Un grito de compromiso
Va más allá del precedente histórico. Cada año que nos reunimos con familiares y amigos a celebrar la Independencia mexicana, ¿qué es lo que en realidad estamos haciendo? ¿Cuáles son las implicaciones de gritar eufóricamente “Viva México”?
Crecemos conociendo la historia que parte del movimiento de Independencia incitado por el cura Miguel Hidalgo y Costilla en contra de las autoridades del virreinato de la Nueva España en 1810. Tres años más tarde en su documento, “Sentimientos de la Nación”, José María Morelos propuso estipular la noche del 16 de septiembre como el aniversario del inicio de la Independencia.
Fue en 1896 cuando Porfirio Díaz ordenó el traslado de la campana con la que Hidalgo inició el movimiento de Dolores, a Palacio Nacional en la Ciudad de México. Desde entonces se inició la tradición de que los presidentes mexicanos tocaran dicha campana la noche del 15 de septiembre.
La frase “Viva México” conlleva un gran compromiso que tiende a pasar desapercibido. Representa, a nivel individual, la tarea que tenemos cada uno para hacer de México un país justo y próspero por medio de nuestros actos cotidianos. A nivel colectivo, representa un ideal perpetuo que como pueblo mexicano debemos perseguir día con día para colocarnos como una nación boyante.
Por supuesto que el pasado es digno de celebrar, pero resulta más noble el gritar “Viva México” como una responsabilidad para el porvenir. Representa un grito de igualdad y solidaridad.
El 15 de septiembre funge como un recordatorio de que, aunque tenemos grandes adversidades que nos acechan día con día, es más nuestra hambre de luchar por un mejor México. Representa un grito bañado de compromiso por los 9.4 millones de mexicanos en una situación de pobreza extrema, las decenas de miles de desaparecidos y las víctimas diarias de la corrupción.
La sangre de lucha y de esperanza corre por nuestras venas. El pueblo mexicano es un guerrero por excelencia. Es un guerrero que ha sido lastimado y que ha vencido a lo largo de su historia. Es un guerrero que no tiene miedo de luchar por lo que cree correcto, sin importar la magnitud de sus adversidades. Es un guerrero con hambre de prosperidad que pide a gritos justicia y que desea paz.
Hoy no estamos polarizados a un nivel económico ni social, estamos unidos como lo que en verdad importa: como mexicanos. Es por ello que en la noche, gritemos “Viva México” con más compromiso y orgullo que nunca.