Ruta de cambio
Área
Las acciones para, ahora sí, lograr el prometido saneamiento del Río Santiago requieren una zona de “intervención prioritaria” desde Arandas hasta el Área Metropolitana de Guadalajara.
Desorden
La autoridad estatal tiene detectadas serias omisiones y “falta de compromiso” de autoridades de todos los niveles en la cuenca. Uno de ellos: el crecimiento desordenado de industrias y fraccionamientos.
Impunidad
Relajar las sanciones a las empresas que vierten sus residuos al cauce es otra omisión. “Durante décadas, la impunidad se hizo hábito”, sostiene la nueva administración estatal.
Plantas
La mayor parte de los recursos que se proyecta invertir en la cuenca se irán a la construcción, rehabilitación y mejora de las plantas de tratamiento. Serán 14 nuevas.
Ecosistema
No sólo es sanear el agua, sino mejorar el entorno. Por eso se prometieron 265 millones de pesos para rehabilitar clínicas, construir espacios públicos (parques y unidades deportivas), rehabilitar vialidades y puentes en nueve municipios y localidades aledañas.
Registro
Se creará un registro único de descargas y aportes contaminantes de empresas y residencias, fortalecerán inspección y se fortalecerán las acciones de limpieza de lirio.
Salud
Las personas que viven en las proximidades del río tendrán acceso a servicios de salud y se harán limpias periódicas de insectos que transmiten enfermedades.
Inventario
Establos, granjas porcícolas, plantas tequileras y otros giros que generen escurrimientos serán inventariados y vigilados a detalle.
La historia del Río Santiago es quizá uno de los ejemplos más vergonzosos de las últimas décadas. Al Río Santiago le hemos fallado todos, algunos por omisión, incapacidad o incompetencia Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco.