Xenofobia, monstruo mundial
El discurso del odio hacia “los otros”, ya sea de Trump, campeón en ese tema, Órban, mandatario de Hungría, y ahora Matteo Salvini, en Italia, está haciendo mella aún entre los mismos inmigrados de una o dos generaciones, rechazando violentamente el derecho de otros humanos para buscar una mejor vida o escapar de la violencia y crueldad de regímenes autoritarios. Recordemos que Italia ha sido un país de donde han salido millones de inmigrantes por esas y otras razones, desde el siglo XIX. La misma familia del dirigente italiano, Salvini, inició su periplo en 1873 cuando Tomassa Salvini llegó a Nueva York y la diáspora familiar llega actualmente a casi tres mil integrantes de esa familia. De Italia salen cada año cerca de trescientos mil emigrantes en busca de un mejor destino. Es totalmente absurdo que ahora el gobierno ultraderechista esté convertido en un furibundo enemigo de quienes pretenden llegar al país, huyendo de persecuciones y violencia, como actualmente sucede. Dirigentes inmorales, tanto en Estados Unidos como otros países, fomentan el atávico odio y miedo hacia el otro, el que no es como yo, que todos los humanos tenemos arraigado en nuestro ser, resabio de épocas más salvajes como señala Alain Touraine, que explotan para sus intereses políticos y electorales, como claramente se ve en el caso de Trump en EU y sin ningún reparo mienten abiertamente, como Salvini que oculta que la inmigración hacia Italia ha disminuido en 70%, o Trump quien afirma que la violencia ha aumentado cuando en realidad ha disminuido dramáticamente, y perversamente tratan e identificar a los inmigrantes con criminales y narcotraficantes. La realidad es que están manipulando este tema principalmente para acrecentar su poder y control sobre sus países.