Minimalismo puro
La SUV inglesa estrena generación, aunque con un sabor muy familiar
Land Rover hizo esperar mucho a sus seguidores para realizar la entrega de la segunda generación de la Range Rover Evoque, que por fin está lista con un nuevo diseño y mejoras en tecnología. La utilitaria toma prestado muchos elementos de uno de sus hermanos y ya adelantó que tendrá al menos una versión híbrida.
La parte externa refleja el lenguaje actual de la marca, con rasgos muy similares a la de la relativamente nueva Velar. La parte delantera muestra faros ultra delgados y una firma de LEDS en el cabo inferior, mientras que la parrilla es de dimensiones contenidas; la fascia estrena disposición de elementos y destaca un par de admisiones de aire verticales, además de una entrada central de mayores proporciones. Los laterales ahora dibujan un nuevo trazo marcado por debajo de las manijas de apertura de las puertas, que se mimetizan con el resto de la carrocería, pues no sobresalen de la misma. Por último, la retaguardia repite los grupos ópticos delgados y un difusor más agresivo que el de antaño.
El habitáculo está pensado en otorgar comodidad a los ocupantes y para orientarse al conductor, según la propia marca, pues eliminaron todo obstáculo y pusieron la pantalla de entretenimiento en la parte central del tablero. Los asientos son forrados en cuero, con diversos patrones de costuras y varios terminados en la piel. Las costuras aparentes y elementos como aluminio, fibra de carbono y toques de negro brillante se apoderan de varias de las superficies en la cabina de la utilitaria deportiva.
En la parte de entretenimiento y tecnología destaca un sistema que la armadora denomina “Clear Sight”, que se conforma de una serie de cámaras que es capaz de generar una imagen de 180 grados del vehículo, además de proyectar imágenes virtuales que permiten ver lo que hay debajo del vehículo, para facilitar su paso por terrenos difíciles. La pantalla tendrá resolución HD y desde ahí se podrán controlar diversos aspectos, como el sistema de tracción o la climatización de la cabina, además de la música, más funciones.
La firma inglesa ofrecerá de arranque dos motorizaciones, ambas denominadas Ingenium y de 2.0 litros, pero una es impulsada por gasolina y la otra a diesel. Cabe señalar que la plataforma permite que ambos propulsores puedan albergar capacidades híbridas, pero no será sino más adelante que ofrezcan una variante de este tipo, con desplazamiento de 1.5 litros y turbocompresor. La transmisión podrá ser manual de seis relaciones o automática de nueve marchas, dependiendo del nivel de equipo seleccionado.
No será sino hasta el próximo año que la comercialización del producto comience, primero en mercados asiáticos y europeo, para luego abrirse paso por otros países, como el de Estados Unidos, donde pudo verse el producto en el marco del Salón de Los Ángeles. Aún no se dan a conocer precios y versiones disponibles.