Apuesta arriesgada
Una de las novedades recientes de la firma coreana se caracteriza por su nuevo diseño disruptivo
El Salón de Los Ángeles trajo consigo diversas novedades, pero tal vez ninguna con la personalidad de la nueva Kia Soul 2020. El crossover asiático tiene cambios en tecnología, equipo y diseño, que la hacen una de las más diferentes de su categoría.
El exterior refleja trazos aún más arriesgados que la generación pasada. La frontal disminuyó de manera notable el tamaño de los grupos ópticos principales, mientras que la parrilla dejó atrás el característico rasgo de “nariz de tigre”; los faros auxiliares son ahora más grandes y la parrilla secundaria es más amplia. El perfil continúa casi sin cambios, con superficies amplias y planas, pero en la parte trasera sí hubo otros cambios. Uno de ellos son las luces, que ahora forman una sola, pues se unen en la parte superior. La fascia estrena nuevas salidas de aire y los escapes tienen tintes deportivos, ya que se colocan en la parte central.
La cabina tiene mejoras menos agresivas, y ello se puede observar en algunos trazos del tablero, que ahora es más abultado en algunos extremos. Los paneles de las puertas estrenan patrones de iluminación, mientras que los asientos y se forran de tela, en algunas versiones, acompañados de costuras aparentes para generar contrastes. Las ornamentaciones son en su mayoría de un terminado en negro brillante, aunque también hay un par de pequeños vivos que se asemejan al aluminio.
El equipamiento también se renueva, y por ahora solo se conocen las especificaciones del mercado estadounidense, en el cual se incluye una nueva pantalla central táctil de 10.2 pulgadas, compatible con sistemas Android Auto y Apple Carplay, así como un sistema de sonido firmado por Harman Kardon; un Head-up Display de ocho pulgadas y la posibilidad de conectar dos dispositivos vía Bluetooth, por mencionar parte de las nuevas capacidades en este rubro.
En seguridad existen mejoras, y la versión con mayor nivel de equipo podrá contar con diversos asistentes, como: mitigación de colisión frontal con detección de peatones; asistente de mantenimiento de carril; alerta de atención del conductor; monitor de punto ciego; alerta de tráfico cruzado; control de crucero adaptativo inteligente y luces frontales automáticas, por enlistar parte de los elementos más remarcables.
Bajo el cofre se anuncian dos motorizaciones. La primera es un bloque de cuatro cilindros de 2.0 litros de 147 caballos, misma que se puede combinar con una caja manual de seis cambios o con una continuamente variable, que la marca denomina IVT. La versión de mayor poder contará con un motor de 1.6 litros con turbocompresor, misma que eroga 201 caballos y se puede ligar a una caja automática de siete cambios y doble embrague.
La venta de este crossover será a partir del primer trimestre del año, aunque solo pare el suelo estadounidense. Se prevé que al mercado mexicano arribe en el primer semestre del 2019, con precios y versiones aún por ser confirmadas.