Salida en Falso
Si buenos observadores son, abrimos nuestro rincón de la vergüenza (con permiso de los señores que hacen el tablero de pambol), con Kirk Cousins, quien en la temporada baja firmó un contrato de tres años y 84 millones de dólares con los Vikings, lana que parece estar mal invertida por los pobres resultados de Minnesota.
Esto viene a colación por aquello de que Cousins no es el único jugador que se hizo multimillonario de la noche a la mañana este año y que ha quedado lejos de las expectativas.
Sam Bradford, quien firmó con Arizona, ahorita está desempleado; Jordy Nelson en Oakland no es ni la sombra del Jordy Nelson que era en Green Bay; Case Keenum no ha repetido en Denver lo que hizo el año pasado en Minnesota saliendo desde la banca... y así podemos seguir, pero nos faltaría espacio.
Podemos hablar de los pretextos que usan en ocasiones los pateabalones: falta de adaptación, nuevo sistema, falta de química con los compañeros y otras más.
Lo cierto, es que en esta trinchera a veces nos decepcionamos cuando no se dan los resultados esperados de parte de un pez gordo, pero también hay que saber entender que ese asunto de la agencia libre siempre es un volado.