* Segundo paso

Tampoco se trata, todavía, de suscribir la convicción de que el Guadalajara encontrará en el Torneo de Clausura —del que se han jugado apenas dos jornadas— la revancha luego de tres campañas mediocres y de un Mundial de Clubes lamentable.

* La victoria sobre el Cruz Azul, el sábado, no fue pretexto para manifestaciones triunfalistas. No se sabe si la crisis de la gasolina enfrió a los entusiastas, o si encontraron eco las sensatas declaraciones de José Saturnino Cardozo al final de ese partido; declaraciones que denotan que entre subirse a un ladrillo, a riesgo de marearse, o poner los pies en la tierra, el técnico rojiblanco optó por lo segundo…

Cardozo apuntó que “esto recién comienza”, y que “debemos seguir trabajando con humildad”.

Las frases referidas serían tópicos —lugares comunes, conceptos manidos— si no estuvieran apoyadas en la experiencia (definida magistralmente por el “Cuyo” Arturo Hernández, mítico mánager de boxeadores: “No es lo que a uno le pasa, sino lo que uno hace con lo que le pasa”)…

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Si el Guadalajara, en la campaña anterior, en los segundos tiempos dejaba escapar resultados que ya parecía tener en la mano, aún no hay elementos suficientes para asegurar que esta vez será diferente. Los equipos de futbol, a veces, son como los hombres, de los que se ha dicho que “son los únicos animales que se tropiezan dos veces —y a veces más…— en la misma piedra.

Y otra cosa: los rivales aprenden. Por lo tanto, la humildad de que habla el técnico significa mentalizar al grupo para evitar el exceso de confianza. Entender que haber vencido al Cruz Azul —actual subcampeón de Liga— tiene su mérito, ciertamente (como también lo tuvieron los triunfos precedentes, en la Liga y en la Copa), especialmente porque hubo consenso de los observadores en que el resultado reflejó con fidelidad lo que sucedió en la cancha —que el Guadalajara, en efecto, fue mejor que el Cruz Azul—… pero de ninguna manera representa una garantía de que la fórmula, por inercia, va a repetirse cada semana.

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El resultado del sábado fue la consecuencia lógica de la aplicación, el orden y el esfuerzo realizado por los rojiblancos. En lo individual y en lo colectivo, impusieron su ley a los “Cementeros”.

Ese es el camino —sería necio negarlo—… pero apenas se ha dado el segundo paso.