Haz del estudio un buen hábito
Detrás de una entrega a tiempo de tareas, puntualidad en la escuela y repasos, existe una serie de eslabones para que los estudiantes no pierdan el ritmo
En ocasiones, la forma en que se organiza el tiempo de cada actividad es el primer obstáculo para realizar adecuadamente los deberes escolares. Aunque la dinámica es muy diferente para aquellos estudiantes que trabajan, lo cierto es que también se debe tener minutos designados y exclusivos hasta para sentarse a comer.
Es justamente la alimentación donde inician los males de los estudiantes. Ir a la escuela sin desayunar es uno de los errores más comunes que opacan la energía desde las primeras horas del día. Aunque suene insignificante el esperar desde una hasta cuatro horas para salir al receso, los dolores de cabeza, la falta de concentración, cansancio y una imparable gastritis serán los mejores amigos de ese estudiante que no prevé un ligero aperitivo un día antes para ingerir durante el trayecto a la escuela.
El no dormir el tiempo necesario es otro punto de alarma constante. Desvelarse haciendo tareas o distraerse mientras se realizan, ocasionarán que solamente duermas entre tres y cuatro horas antes de ir a la escuela. Habrá días en que sí sea necesario el no cerrar los párpados ante lo complejo y extenso de la actividad, pero si no la terminas por estar navegando en las redes sociales, tendrás que analizar cuál es tu verdadera prioridad y urgencia en ese momento.
El ambiente ideal
Si por más que tratas de organizarte los tiempos no te rinden, quizá lo que necesites sea una agenda, ya sea ayudándote del calendario de tu teléfono o de una libreta que te permita anotar los pendientes que surgen cada día y los planes y actividades a realizar en las siguientes semanas. Aunque cuesta trabajo acostumbrarse y tener en mente esa nueva agenda, esta iniciativa es ideal para planificar cuántas horas puedes dedicar a cada actividad y procurar el que no se encime con otra.
También es importante analizar en qué tipo de ambiente te desenvuelves, tanto en el aula como al momento de estudiar en tu casa. Procura el estar en un asiento cómodo que te permita tener una buena postura en la espalda, buena iluminación y ventilación, así como alejarte de los sitios ruidosos. Si tus compañeros de clase te distraen, intenta cambiar de lugar, de preferencia lo más cerca del maestro. También es necesario el realizar las tareas sin la presencia de un televisor o radio, aunque la música instrumental puede ser una buena compañía para concentrarte y relajarte.