* ¿Milagros…?

Algún beneficio dejarán al Guadalajara —y, de rebote, a todo el futbol mexicano—, casi seguramente, las aportaciones de los responsables del área de preparación física del Barcelona, merced al convenio de colaboración entre las dos instituciones que ya se puso en marcha.

Suponer, en cambio, que el proyecto repercutirá, con el tiempo y el ganchito consabido, en la reconciliación de las “Chivas” con los Años de Vacas Gordas que constituyen capítulos dorados de su historial, es, por decir lo menos, ilusorio.

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En “La Verbena de la Paloma”, Don Hilarión refiere que “El aceite de ricino, ya no es malo de tomar: / se administra en pildoritas, / y el efecto es siempre igual”. Don Sebastián —su interlocutor en el dueto— concluye: “¡Hoy las ciencias adelantan / que es una barbaridad!”.

La frase, por supuesto, aplica al tema de la preparación física. Los hoy veteranos que en su momento formaron parte del Guadalajara “Campeonísimo” —Sepúlveda, Villegas, Ponce y varios más— podrían dar cuenta de la metodología que en esa materia se aplicaba antaño: decididamente cavernícola, comparada con la que emplean, desde hace varios años, la totalidad de los preparadores físicos que ejercen en México.

Muchas ciencias y disciplinas influyen en ese departamento: fisiología, nutriología, trabajo de gimnasio… Las cosas deben estar en niveles no muy lejanos a los del Primer Mundo en los clubes mexicanos. Prueba de ello, que muchos futbolistas extranjeros que llegan a México respaldados por un gran cartel internacional, sufren por el ritmo físico que les exige el futbol que aquí se juega.

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Por el añejo prestigio que tiene y por los 10 títulos de Liga que ha conseguido en los últimos 15 años –sus logros más recientes—, más cinco Champions League, tres Mundiales de Clubes y cinco Supercopas de Europa a nivel internacional, es obvio que el Barcelona es uno de los mejores del mundo, e indudable que la preparación física de sus jugadores alcanza niveles de excelencia.

Sin embargo, de ninguna manera debe soslayarse que el talento futbolístico es la materia prima de este deporte. Las aportaciones que lleguen del Barcelona —como antes las enseñanzas de Hans Westerhoff y Johan Cruyff— serán de gran utilidad, seguramente… Pero no harán, por si solas, el milagro de que, por poner dos ejemplos, “Chofis” juegue como Messi o Vega se transforme en un león del área como Suárez.

Así que…