Funciona aislamiento en Jalisco y lo alargan
El plan en la Entidad ha logrado contener el avance del COVID-19; ahora piden mantenerse en casa hasta el próximo domingo
Porque ha dado resultados y contenido el ritmo de propagación del coronavirus COVID-19 en la Entidad, el Gobierno del Estado pidió a los ciudadanos sumar cuatro días al aislamiento sugerido desde el viernes, pero con una sugerencia adicional: extremar precauciones en adultos mayores, mujeres embarazadas y personas enfermas.
La medida, que el Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador también sugirió, no implica que el lunes todo regrese a la normalidad.
El gobernador de Jalisco precisó que a partir de esa fecha se analizará qué acciones emprender para evitar que la pandemia impacte en el Estado.
Por lo pronto, el mandatario estatal sugirió a los ciudadanos que fortalezcan a las micro y pequeñas empresas al comprar bienes y servicios en ellas.
Por otra parte, y debido a que ya se registró un caso de COVID-19 en el interior del Estado (el cual fue importado), pidió a los jaliscienses en el extranjero que durante esta contingencia no visiten la Entidad para proteger a sus familiares.
La Universidad de Guadalajara (Udeg) informó por su cuenta que los casos de COVID-19 en Jalisco crecieron 64% entre el viernes y ayer (se basa en 50 casos, cifra anterior al corte más reciente, de 57), el menor porcentaje de los cinco con más contagios (Ciudad de México, Quintana Roo, Yucatán y Nuevo León), detalló el rector, Ricardo Villanueva.
Destacó que si bien los datos muestran una desaceleración en la Entidad, deben seguirse aplicando medidas preventivas.
“¿Quiere un poco de gel antibacterial?”, pregunta el guardia de seguridad a todas las personas que entran a la plaza comercial de las avenidas Rafael Sanzio y Vallarta. Nadie le dice que no.
Adentro, todo huele a limpiador y a cloro. El personal de limpieza camina por cada pasillo y escalera aseando todo lo que encuentra a su paso. Los pisos siempre lucen húmedos.
La mayoría de los visitantes usa cubrebocas, pero esa mayoría es de 30 personas en la plaza entera. Se concentran principalmente en cajeros automáticos, bancos y negocios de telefonía. Uno de cada tres establecimientos está cerrado.
Hay tiendas que dejaron anuncios para avisar a sus clientes que se ausentaron porque acataron la recomendación de permanecer en casa ante la contingencia ocasionada por el coronavirus. “Regresamos el jueves”, dicen unos. “Cerrado hasta nuevo aviso”, exponen otros. “Realiza tus compras en nuestra página en línea”, recomiendan las grandes marcas.
En esa plaza, el área del cine, donde suele haber largas filas en la zona de palomitas, cercó
el paso con vallas. Y en el comedor, que regularmente luce abarrotado, no hay ni 10 comensales.
Pocos locales permanecen abiertos. Algunas tiendas de ropa, tres o cuatro neverías, unos seis restaurantes, ciertas tiendas de tecnología y uno que otro local de artículos generales. En esos negocios, los trabajadores usan cubrebocas y hasta guantes.
En bancos y tiendas departamentales se
condiciona el aforo de clientes: cinco personas, máximo, en su interior. Y pese a todo, hay quienes no cerraron porque necesitan el ingreso, como un empleado que se siente seguro “porque ni clientes hay” y una trabajadora que logró sobrevivir al recorte de personal.
El fenómeno no sólo se advierte en ese núcleo comercial. El coronavirus prácticamente vació los espacios de ese tipo en la metrópoli.