Aumentan los jaliscienses
Durante el año pasado, 724 jaliscienses obtuvieron un empleo en el extranjero a través de los convenios que tiene la Secretaría del Trabajo y Previsión Social de la Federación con otros países. Esto representó el doble de los que se vincularon durante 2010 (341).
Vía Transparencia, reportó que el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT) benefició 685 jaliscienses durante el año pasado, por arriba de los 338 de hace una década.
Hasta 2010, además de este programa, México tenía sólo convenios de vinculación con Canadá. En ese año, sólo tres jaliscienses obtuvieron un puesto de trabajo en ese país. El año pasado se colocaron 23.
Los empleos son principalmente para desempeñarse en industrias, servicios de hotelería y restaurantes, entre otros.
Con Alemania se comenzaron a vincular hace apenas dos años. En 2018 se beneficiaron a dos jaliscienses, el mismo número que se mantuvo el año pasado.
Aunque de manera general se incrementó el número de trabajadores de Jalisco en otros países, no se ubica entre las Entidades que más aprovechan estas oportunidades de empleo.
Tanto en el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales, como en los puestos de trabajo ofertados por los tres países y vinculados a través del Servicio Nacional del Empleo (SNE), Jalisco no alcanzó a ubicarse en el Top 10. Lo superan, por ejemplo, Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Zacatecas y Tlaxcala, entre otros.
En el plan Nueva Política Migratoria del Gobierno de México 2018-2024, se destaca que la escasez de oferta de empleo digno y bien remunerado, así como la desigualdad social, son parte del contexto que predomina en la estructura de la migración centroamericana en los países de origen.
“En ese sentido, en el caso específico de México, la región Sureste está envuelta en una dinámica migratoria motivada por situaciones de precariedad y marginación social. El Sureste arraiga condiciones desfavorables que la convierten en una de las regiones más rezagadas, con gran presencia de trabajo informal, dispersión de la población, sistemas de comunicación intrarregional complejos y zonas en las que han proliferado escenarios propicios para la marginación, la pobreza y la desigualdad”.
Debido a esto, el Gobierno federal destaca que el Estado debe recuperar su capacidad de promoción y regulación de la economía, la productividad y el empleo digno, básicamente a través de las instituciones responsables de ello.