Aumentan reportes en calles tapatías
Con las llantas ponchadas y el interior repleto de banderines y basura, un auto de modelo antiguo lleva más de un año estacionado en la calle Dionisio Rodríguez, en la Colonia Progreso de Guadalajara. Ningún ciudadano sabe de quién es, afirma Alondra López, vecina del lugar.
La Dirección de Movilidad y Transporte de Guadalajara informa por Transparencia que en 2018 atendieron 966 reportes por vehículos abandonados, un promedio de tres diarios; sin embargo, el año pasado fueron mil 918, alrededor de cinco al día. Y entre el 1 de enero al 22 de septiembre de 2020 ya van mil 553, un promedio de seis cada día.
De los cuatro mil 437 autos arrumbados en este periodo, dos mil 580 ya fueron retirados de la vía pública: 383 por la Dirección de Movilidad y Transporte; el resto, por los propietarios después de ser notificados.
Libertad Zavala, titular de Movilidad y Transporte, explica que el aumento se debe a que, en 2018, lanzaron una campaña a través de las redes sociales para comunicar a la población cuáles eran los procedimientos para el retiro de los autos abandonados.
“A partir de ese momento, cada año tenemos una cifra más alta. Hay un porcentaje alto de vehículos que se retiran por los propietarios, lo que sucede es que el estacio-estacionamnamientoiento e es su unnt et emamam muy u y delicado en las comunidades pporqueorque cada día tenemos más autos, pero menos espacios para guardarlos”.
Subraya que en otras ocasiones reportan los vehículos que en realidad no son chatarra, y que apenas tienen una o dos semanas sin que los dueños los muevan.
De acuerdo con los resultados del primer trimestre de 2020 de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), la tercera causa de los problemas vecinales en la Zona Metropolitana de Guadalajara es por la falta de estacionamiento. Según el análisis, cinco de cada 10 ciudadanos tuvieron algún conflicto por el ruido, tres de cada 10 se enfrentaron por la basura, mientras dos de cada 10 habitantes se pelaron por la falta de espacio para su vehículo en la vía pública.
Raúl Cervantes cuenta que en los departamentos donde vive han tenido varias pugnas por ese tema, en la Colonia Independencia en Guadalajara. Acentúa que hay personas que tienen un vehículo abandonado y otro que sí sirve. Esto ocasiona que le “robe” el lugar a otro habitante, ya que sólo les permiten un espacio por departamento.