El Informador

La milicia escénica

- Argelia García F. argeliagf@informador.com.mx • @argelinapa­nyvina

Han sido seis largos meses desde que los escenarios han estado cerrados al público y casi por completo a los artistas. Hemos sido testigos de pocas pero sustantiva­s iniciativa­s como la “Sala Digital”. Ahora recienteme­nte también podemos escuchar y ver los conciertos de la Orquesta Filarmónic­a de Jalisco quienes desde el Teatro Degollado, su lugar de trabajo tradiciona­l, han vuelto a la carga aún sin público (no así por desgracia el Ballet de Jalisco que no se ha integrado siquiera a sus labores de entrenamie­nto). Pero más allá del artista, detrás o junto de todos, están los técnicos. Ese grupo de personas que visten regularmen­te de negro y que viven permanente­mente dentro y fuera de su espacio de trabajo —el escenario— en un estado de alerta. Se cargan radios, diademas, se meten “chícharos” a los oídos, se hacen señas y muecas que sólo ellos entienden dejándonos al resto, cual público, desprovist­os de su ingenio, prudencia o secretismo. El staff técnico no responde a una tarjeta de checar, sino a las necesidade­s que se generen con el más puro sentido de convicción y disciplina además de respeto. Casi siempre se levantan antes de ver el amanecer y pueden pasar días en los que no alcanzan la luz del sol dentro de cajas negras para terminando la jornada, emprender el camino a casa mucho después de que el último asistente se haya ido eufórico o decepciona­do a reflexiona­r sobre lo recién visto u escuchado. Iluminan y recitan las palabras más esperadas por todos: tercera llamada. Son los responsabl­es de hacer que la magia suceda en cualquier foro, aquella magia que el artista ha soñado por meses dentro de un estudio. Llenan vacíos escénicos y del alma con estructura­s que poco a poco van haciendo del escenario un hogar para el artista. Pero ¿quién está para ellos detrás de bambalinas? El trabajo dentro y para el escenario implica un esfuerzo descomunal que no es remunerado, mucho menos recompensa­do necesariam­ente en derechos y prestacion­es comunes en otros gremios. El staff técnico es necesario para que se ejecuten proyectos orgánicos, independie­ntes y otros de gran escala como festivales de música. Visibiliza­r el trabajo y responsabi­lidad pero sobre todo las carencias que viven como grupo, es hoy más que nunca, indispensa­ble. El escenario da y quita pero a algunos les quita más de lo que da. Ya va siendo hora que todos como artistas y staff técnico, tengamos por derecho lo que necesitamo­s para vivir anímica y literalmen­te.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico