Tacámbaro, edén purépecha
Las maravillas que tiene Michoacán son interminables. ¿Ejemplo? El Pueblo Mágico de Tacámbaro, al Sur de Morelia, donde todo es un auténtico paraíso. Su clima es magnífico todo el año, debido a que está entre las montañas de la tierra caliente donde la brisa fresca y el viento cálido se alternan, razón por la cual se le conoce también como el “Balcón de Tierra Caliente”.
Lugar de tradición y belleza, conserva ese toque de antaño con sus calles de casas blancas y grandes, plazuelas escondidas y su centro con bellos portales, motivos que sin duda alguna son un deleite para aquellos que deseen dar un paseo y sentir que se encuentran inmersos en un viaje en el tiempo.
Cuando visites este mágico lugar no te puedes perder el Santuario de Nuestra Señora de Fátima, un templo que custodia cuatro imágenes traídas de antiguos países comunistas, y una réplica del Santo Sepulcro; el Templo del Hospital, sitio construido en la tradición de los hospitales que Don Vasco de Quiroga impulsó; la Plaza de Armas; el Centro Cultural Amalia Solórzano; la Capilla de Santa María Magdalena y la catedral de San Jerónimo.
Para comer, nada como Michoacán, y si de comer rico se trata, Tacámbaro sabe complacer a los más exigentes con sus típicas y deliciosas carnitas, que tiene más de 80 años deleitando paladares.
En las cercanías del pueblo se encuentran cascadas como la del Arroyo Frío con su caudalosa e impresionante caída y lagunas como La Alberca o La Magdalena.
En la zona boscosa de Tacámbaro se localiza La Alberca de Chupio, un cráter de volcán apagado que funciona como lago en donde los visitantes pueden meterse a nadar, además está rodeado de pinos y encinos.