Nos invaden candidatos y precampañas
Apoco de que termine septiembre 2020 (el noveno mes de un año que todos quisiéramos poder ver acabado después de una noche de sueño), en Jalisco y particularmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara ya se vive una temprana temporada de precampañas con miras al año 2021.
No tiene nada de particular si revisamos las tendencias de las últimas cuatro décadas. El año previo a las elecciones, los aspirantes empiezan a moverse. Declaran aquí o allá; pugnan por aparecer en los encabezados de los medios; de unos años a la fecha tratan de hacerse notar en las redes sociales, y además hay quienes desafían las reglas electorales y empiezan a hacer campañas soterradas: pintan bardas u organizan ruedas de prensa con algún tema que sea de interés mayoritario.
Pero este 2020 los esfuerzos disimulados por hacer campaña antes de lo previsto sí están enmarcados por condiciones muy especiales y de tinte negativo.
Vivimos, primero que nada, la pandemia del coronavirus. A estas fechas, en el país ya se convirtió en la cuarta causa oficial de muerte y al aparecer esta columna, ya le costó la vida a 76 mil 603 personas (cifras oficiales). Adicionalmente, está el tema de la crisis económica que ha lastrado la vida de millones de mexicanos que están en una situación complicada o de plano, desesperada; y las dificultades económicas no mejorarán en mucho tiempo, sobre todo para los que están en la base de la pirámide social.
Y hay un tercer factor que ya por añejo se convirtió en parte natural del escenario: la violencia (robos, homicidios, venta y tráfico de estupefacientes). Puede decirse de otra manera, y es que con transformaciones o refundaciones, pero a todos les queda claro que vivimos en un medio donde generalmente se impone el más fuerte, no quien tiene la ley de su lado.
¿Cuál es la relación de esta realidad con las actividades político electorales que ya se hacen escuchar? La falta de propuestas, la ausencia de proyectos para mejorar las actuales condiciones de vida de la mayoría de la población; los discursos permanentes de confrontación y polarización.
Polariza el presidente Andrés Manuel López Obrador, y lo hace con muchos y variados temas; confrontan quienes no están en acuerdo con las ideas y proyectos de la 4T y se manifiestan con la exigencia ingenua y antidemocrática de que el presidente renuncie; discuten y denuncian los gobernadores, que o son federalistas o totalmente adeptos a la figura presidencial.
De colofón
La tarde de este lunes se manifestaron entre 500 y 600 mujeres (cifra facilitada por Protección Civil y Bomberos) para exigir que se legisle a favor del aborto o la interrupción del embarazo, como usted quiera llamarle.
Las movilizaciones tuvieron lugar en varias ciudades y enarbolaron una causa que en nuestro país sólo aplica en la Ciudad de México (desde 2007) y en Oaxaca, desde al año pasado.
Algunas de las manifestantes agredieron a periodistas y camarógrafos. Como estaba previsto, hicieron pintas en monumentos y edificios públicos. Se confrontaron con católicos que pretendían proteger la Catedral Metropolitana; llegaron hasta las puertas del Congreso local, donde ningún diputado o diputada dialogó con ellas.
Extraña agenda ésta, de mujeres que exigen derechos devolviendo parte de la violencia de la que son víctimas mujeres como ellas, en todo el país. No hay ningún resultado.