LEONA GALINDO,. INTEGRANTE DE LA COLECTIVA AQUELARRE RADICAL GDL
— ¿Podría definir qué es el aborto?
— Es la interrupción del embarazo en cualquier momento de la gestación, por causa natural o inducida.
— ¿Qué lema define la lucha para legalizar el aborto?
— No tendría autoridad para poner el lema, pero algunos de los más usados son: “Mi cuerpo es mío, y mía la decisión” y “por el derecho a decidir”. Vamos, todos se refieren a que la decisión (de abortar o no) es de nosotras, y no vemos la razón por la que el Estado o la Iglesia intervengan en esto. Nuestros pañuelos verdes literalmente dicen: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
— ¿Por qué se debe legalizar?
— Los argumentos son varios y no se trata de debatir por la vía moral. Primero, el aborto es un derecho humano y debe legislarse para que las mujeres puedan decidir. ¿Cómo es que un embrión tiene más derechos que una mujer? Obligar a finalizar un embarazo no deseado también es tortura. Segundo, claro que reconocemos que un embrión tiene vida; el punto es en qué momento pasa a ser sujeto de derechos. Dentro de las primeras 12 semanas no es consciente de que está allí; es un tejido nervioso. Entonces, no se trata de los embriones; se trata de una mujer que no quiere ser madre.
— Hay quienes dicen que se debe priorizar la lucha hacia la atención de mujeres que son víctimas de una violación y mujeres que están en riesgo durante el embarazo, ¿cuál es la lectura sobre ello?
— Actualmente hay mucha criminalización. Cuando una chica se acerca al aborto son malos tratos y moralidad. No entienden que muchas mujeres acceden a este derecho y no porque no lo quieran; es porque necesitan que les quiten el producto de una violación. Si sólo fuera tan fácil darlo en adopción, pero hay miles de niños en casas hogar siendo violentados. Humanamente, lo mejor es no traer a alguien a sufrir.
— ¿Cuál es la postura acerca de la objeción de conciencia, o bien, la negativa de ciertos médicos a acatar órdenes o leyes por motivos éticos, morales o religiosos?
— Muchos ponen sus creencias morales y religiosas por delante, y deberían poner el servicio sobre el resto. Su paciente es la mujer. Les queda grande el saco.
— ¿Qué tan complicado es el acceso a medicinas que inducen el aborto?
— Usualmente las personas de las farmacias se niegan a vender aunque no se requiere una receta médica para solicitarlas. Entonces, se vuelve complicado conseguirlas. La mayoría de las chicas (que las buscan) son jóvenes y el medicamento más barato te sale en 600 pesos, lo que es casi imposible de juntar para muchas; en especial para quienes estudian y tienen muy contados sus ingresos.
— ¿Cuál es el riesgo de que la interrupción del embarazo sea ilegal?
— Que sigan existiendo muertes y fraudes. Hemos tenido casos de chicas que no encontraban el medicamento en la ciudad, pagaron 200 dólares por él y resultó que eran aspirinas o cualquier otro medicamento que, obviamente, no funcionó. También hay ciertas asociaciones que se dicen pro-aborto pero se dedican a intimidar a las mujeres que dudan en gestar. Les dicen que es un procedimiento muy doloroso y les muestran videos de técnicas abortivas de hace décadas. Prometen que les van a ayudar con una beca, pero una vez que nace el bebé se desentienden de ellas, las bloquean y hacen como si no las conocieran. De ser legal, el Estado podría proveer el servicio de manera gratuita y habría clínicas de acceso que en casos de gestaciones cercanas a las 12 semanas realizaran procedimientos de aspirado, los más seguros y rápidos.
— ¿Qué modificaciones piden a la Ley?
— Modificar el Artículo 4 de nuestra Constitución estatal, donde se define una protección a la vida desde la fecundación. Reformas en los artículos 227, 228 y 229 del Capítulo 8 del Código Penal. Los primeros dos deben reformarse en cuanto a los castigos a quienes aborten y auxilien. En el 229, se tiene que integrar la causal económica para que las mujeres puedan abortar en caso de no poder sustentar sus gastos.
— En conclusión, ¿qué piden?
— Que el sistema de Salud sea funcional. Que no sea sólo entregar un condón sin explicar nada. Que éste informe y otorgue distintos métodos anticonceptivos, porque como seres sexuales y asexuados no nos vamos a abstener. Pedimos educación sexual para conocer; muchas mujeres no conocen las causas por las que pueden quedar embarazadas. Y aborto legal para no morir en un intento clandestino. Buscamos que todos los embarazos sean deseados; que esos bebés tengan una vida digna y no llena de maltratos.
— ¿Cuáles son las figuras a presionar en el Congreso del Estado?
— Una de las figuras a la que nos podríamos acercar es la diputada Sofía Berenice García. Justo a ella le hicimos llegar nuestro posicionamiento el 28 de septiembre. Estamos abiertas a modificaciones. Esta es la primera vez que, como colectivas y mujeres apolíticas, hacemos una solicitud sobre el tema. También nos acercaremos a (las legisladoras) Mirza Flores, Verónica Juárez y Claudia Salas.
— ¿Cuál sería el modelo a seguir?
— No se necesita descubrir el hilo negro. En la Ciudad de México ya existe un modelo adaptado a nuestra forma de vivir y a las normas mexicanas. Proponemos su uso.