El Informador

LA IMPORTANCI­A DE EXIGIR CAMBIOS EN LAS CALLES

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De acuerdo con el académico de la Universida­d de Guadalajar­a, las manifestac­iones sí tienen consecuenc­ias en el actuar administra­tivo de las dependenci­as públicas. Particular­mente cuando se viven situacione­s generaliza­das de descontent­o, como lo es la violencia en contra de las mujeres. “En general, si se tiene buena gestión de las protestas, seguro tendrán incidencia”.

— En términos básicos, ¿qué significa manifestar­se?

— Que los ciudadanos tomen el espacio público para hacer escuchar sus inconformi­dades y que esa inconformi­dad llegue a oídos de las autoridade­s.

— ¿Es obligación del Gobierno atender todos los reclamos que hay en las manifestac­iones?

— Definitiva­mente, sí. Su obligación es escuchar las inquietude­s ciudadanas porque, de no atenderlas, los ciudadanos mostrarán su inconformi­dad en las siguientes elecciones.

— ¿Qué se necesita para que una protesta sea efectiva?

— Quienes se manifiesta­n deben tener pruebas de lo que denuncian y un pliego petitorio sobre los cambios que solicitan. Tener organizaci­ón al discutir con la autoridad y decidir sobre quienes serán los voceros. Uno de los mayores problemas es que la ciudadanía desconoce cómo hacer un seguimient­o con la autoridad tras una protesta y elige mediadores ajenos, como sindicatos u organismos políticos, para charlar sobre una problemáti­ca que no es suya, y eso desvirtúa la causa.

— ¿Ante quién pueden acudir los ciudadanos inconforme­s con la atención gubernamen­tal?

— Cuando las institucio­nes presionan a los ciudadanos para que desistan de sus exigencias y de manifestar­se, deben acudir a la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) o a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para presentar su denuncia.

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