Caen ventas de productos petrolíferos; las gasolinas tienen el peor registro
Otro indicador negativo para Petróleos Mexicanos (Pemex) es el relacionado con las ventas internas de productos petrolíferos (gas licuado, gasolinas, diésel, turbosina, combustóleo y asfaltos), que está muy por debajo de lo registrado en 2019, principalmente por la caída en la adquisición de las gasolinas Magna y Premium. Aunque en julio y agosto comenzó la recuperación en el volumen de las ventas, esto no se refleja en el valor de las mismas.
Sin embargo, de enero a agosto, el total de ingresos por los productos petrolíferos fue de 311 mil 397.1 millones de pesos, cuando en el mismo periodo del año anterior fueron 527 mil 848 millones de pesos.
El peor registro lo tienen las gasolinas automotrices, que suman ventas por 189 mil 710.6 millones de pesos. En comparación, en los primeros ocho meses de 2019 vendieron 304 mil 521.3 millones de pesos, según los informes mensuales de Pemex.
Abril de 2020 fue el mes con menos ganancias en este rubro, con 12 mil 263.6 millones de pesos por las ventas de gasolinas. Se trata del periodo más bajo desde 2018. Por ejemplo, en abril de 2019, los ingresos por ese concepto fueron por 42 mil 037.8 millones de pesos.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que, de enero a junio de 2020, los ingresos petroleros del sector público se ubicaron en 249 mil 795 millones de pesos, monto inferior en 208 mil 811 millones de pesos respecto a lo programado, y en 41.3% real respecto a lo observado en el primer semestre de 2019, debido a los efectos particularmente adversos que han tenido sobre el sector las restricciones a la movilidad y la incertidumbre sobre la velocidad de recuperación. “Esto explica la contracción de 3.7% real anual en los ingresos presupuestarios totales”, indica Hacienda.
Este concepto incluye los ingresos de Pemex, que significa los ingresos netos por las ventas internas y externas, así como los ingresos diversos derivados diversos derivados de los servicios y las aportaciones patrimoniales, entre otros.
También suma los ingresos que el Gobierno federal recibe a través del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, y la recaudación de Impuesto Sobre la Renta (ISR) que se produce por los nuevos contratos y asignaciones en materia de hidrocarburos.