El fin de la historia, ¿es cierto eso?
El politólogo Francis Fukuyama escribió su libro “El fin de la Historia”, que lo hizo famoso y despertó una serie larga de expectativas y controversias. En el mismo anunciaba que con la caída de la dictadura soviética y comunista, permitiría la creación de un Estado democrático liberal fundamentado en la economía de mercado y esa tesis fundamentó a Estados en todos los continentes que ha prevalecido durante los últimos cuarenta años. Actualmente la teoría de que la desregulación de los mercados era la vía para lograr la máxima prosperidad y la mayor equidad en los ingresos de todos los habitantes, está totalmente desprestigiada y su fracaso ha sido rotundo. De hecho el ne o liberalismo ha neo liberalismo ha mina do constantemente alas instituciones democráticas en muchos países y la acumulación de los capitales y el control especulativo de los grandes inversores, en todo el mundo ha debilitado a las democracias, permitiendo que los dueños de la riqueza impongan condiciones y valores no afines a cada país, pero sí convenientes para su enriquecimiento.
En todos los países las élites prometieron que las políticas neoliberales propiciarían un mayor crecimiento económico y así los beneficios se derramarían entre todos los habitantes, pero después de cuarenta años está demostrado que todo es totalmente falso; el crecimiento se ha desacelerado, las ganancias fueron a parar en las arcas de los grandes inversores, de forma que la riqueza fluyó pero hacia arriba y abajo la gente se pauperizó. Todo eso ha demostrado que los demagogos y políticos sin escrúpulos pretenden que se dé la espalda a la ciencia y a la tolerancia, negando el deterioro del planeta por la sobreexplotación, el calentamiento global y desequilibrio ecológico, el agotamiento de las riquezas del mundo y tantos otros problemas que estamos viviendo en la actualidad. La única salida es un renacimiento de la historia. Debemos revivir los logros de la Ilustración y los logros del pensamiento renacentista y cristiano, volviendo a comprometernos en serio para honrar los valores de libertad y creatividad, respeto al conocimiento y a la democracia.
“Las élites prometieron que las políticas neoliberales propiciarían un mayor crecimiento económico (....) pero está demostrado que todo es totalmente falso”.