VISITA AL VETERINARIO, ¿UNA MISIÓN IMPOSIBLE?
Desarrollar un lazo de confianza con los especialistas y vencer temores son esenciales en el cuidado de nuestro gatito
Cuidar y atender a nuestras mascotas es una gran responsabilidad. El estar al tanto de sus necesidades, así como de su estado de salud, puede llegar a ser complicado, ya que, a diferencia de los humanos, nuestros animalitos no pueden comunicarse con facilidad.
Cuando se trata de un minino, la misión se vuelve más compleja de identificar pues pocas veces exteriorizan su sentir ya que disimulan sus aflicciones como mecanismo de defensa para ser percibidos como fuertes y no vulnerables. Por ello, las visitas al veterinario son imprescindibles para identificar y dar atención oportuna a nuestros felinos amigos.
Si tu gatito aún no se acostumbra a este chequeo rutinario, no te preocupes. Te recomendaos algunos consejos y tips para hacer de este viaje algo progresivamente más sencillo. Recuerda que además de su chequeo anual, es importante considerar una sana nutrición para evitar padecimientos y ayudar a su desarrollo físico y mental.
Tener miedo es normal
Es importante tener en cuenta que nuestros animalitos transmiten su miedo diferente a los humanos. Si las visitas al veterinario son poco cooperativas e incluso llegan a ser agresivas, lo más probable es que sea una forma de responder ante la “amenaza” de un lugar o personas desconocidas, así como de los olores de otras mascotas cercanas. Entender sus reacciones es la mejor forma de ser empáticos y poder dar solución a sus comportamientos.
Tesoro: un veterinario de confianza
Tener a una persona con la que podamos encomendar a nuestro peludito, transmitir las in- dosdos quietudes de la que atención tengamos que y nos se haga nos sentir brinda, es imprescindible para generar un vínculo de familiaridad. Algunos aspectos importantes a considerar cuando elijas al profesional que atenderá a tu bigotón son: reputación o comentarios de la clínica, licencias del médico veterinario, los servicios de emergencia y el seguimiento a sus pacientes.
Conocer de fondo a nuestro minino
Es de gran ayuda llevar un registro del estado de salud e información general de nuestros animalitos: su dieta diaria, la marca de su alimento, la ración y sus horarios; hábitos generales como su consumo de agua, la relación con otros animales o la descripción de su ambiente; datos generales como edad, peso, así como talla, cambios de conducta y enfermedades o padecimiento anteriores.
Un transporte familiar
Hacer sentir seguro a tu minino antes de su visita al veterinario, puede ayudar a controlar la situación. Tener lista días antes una jaula especialmente diseñada para transportarlo, lo acostumbrará e incluso hará sentirá más seguro si incorporas una de sus cobijas para adentrarse al lugar sin miedo y recompensar su acción con un alimento húmedo con sabores caseros como carnitas de atún o pavo ahumado, para dejarlo chupándose los bigotes.
Control de experto
Vigilar el comportamiento de nuestro minino a la hora de la visita será de suma importancia para hacerle sentir confianza: evita los movimientos bruscos, mantén un tono de voz suave y ten seguridad del médico pues es el experto que a diario trata animalitos similares, por lo que no te estreses ni intervengas en su manejo. Para visitas rutinarias, puedes hablar con el especialista y conocer si puedes llevar la cobija favorita de tu minino, algún peluche o su alimento preferido para tranquilizarlo y recompensar su buena actitud.