Lucha de egos y poder provocan caos en beisbol olímpico mexicano
El problema de la Selección Mexicana de Beisbol para los Juegos Olímpicos de Tokio, se gesta a partir de muchos conflictos que se suscitaron desde que se empezó a forjar el esquema para su integración, comenzando por un manejo opaco respecto a quién o quiénes serían los responsables de armar desde la designación del manager y cuerpo técnico hasta el listado de los peloteros que la conformarían.
No obstante la turbiedad con que se decidió, fue bien recibido en su momento el nombramiento como manager de Juan Gabriel Castro por su trayectoria como pelotero en las Ligas veraniega e invernal en México, así como por su participación en Grandes Ligas siendo buen jugador y posteriormente Coach al más alto nivel con equipos de la gran carpa.
Hace muchos meses escribí en este espacio que no hubo claridad en cuanto a las reglas para la conformación del roster, y se supo tardíamente que no podían ser incluidos aquellos Peloteros que tenían contrato vigente o estuvieran protegidos en equipos de las Grandes Ligas, siendo que primigeniamente se habría optado por Peloteros ligamayoristas procurando su experiencia y destacado su buen desempeño.
Más cuando se supo que no se podía contar con jugadores protegidos por la MLB se especuló cómo se integraría y la sorpresa fue que se conformó el roster con muchos jugadores de Ligas Menores, pero también con presencia de jugadores en el beisbol independiente y algunos peloteros con participación activa especialmente en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). Hay que recordar el problema que se suscitó ante el gran protagonismo del entonces presidente de la LMB Javier Salinas, quien en una labor de agandalle solapado por la pasividad del presidente de la Federación Mexicana de Beisbol (FEMEBE), Enrique Mayorga, se adelantaron y lanzaron un listado que después fue desautorizado así como se atribuyeron la potestad para elegir marca de empresa comercial para fabricar los uniformes y accesorios deportivos así como el diseño de logotipos.
Eso propició un reclamo del otro circuito, la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) el máximo circuito beisbolero profesional mexicano que se juega en temporada veraniega-invernal, y al final se resolvió formando un Comité de Selecciones Nacionales de Béisbol integrado por la CONADE, PROBEIS (Oficina de Presidencia de la República para Promoción del Béisbol), el titular de la FEMEBE, los presidentes de LMP y LMB, y cinco gerentes deportivos.
Ya sabemos que pese a la polémica de la integración del seleccionado fue un éxito la participación en el Premier 12 jugado en el estadio Panamericano de Béisbol en Zapopan y posteriormente también un éxito la participación en el evento preolímpico jugado en Japón, donde México obtuvo su boleto directo para ser parte de las seis escuadras que competirán en la olimpiada tras vencer a los Estados Unidos de América.
Sin embargo, con el cese fulminante y a todas luces injusto del manager Juan Gabriel Castro y del gerente Kundy Gutiérrez, que encabezaban la parte técnica y la administrativa de la selección, han salido a la luz las causas de este truene: falta de apoyo, de recursos, de presupuesto, negligencia, manipulación, y nulo avance, siendo el detonante no haberse otorgado el recurso para la prueba antidoping necesaria para elegir a los jugadores del roster.
Benjamín Gil, manager de Mariachis de Guadalajara, ha sido elegido para entrar al relevo de Castro y habrá que ver si le garantizan mejores condiciones para desempeñar su trabajo, porque de ello dependerá la primera participación de un representativo mexicano de beisbol en Juegos Olímpicos, y lo mínimo será recibir con extrema urgencia recursos y respaldo necesarios para consolidar el éxito olímpico que se merece y se ha venido labrando.