Detección temprana
Si la detección de cáncer de mama se da en la etapa uno de la enfermedad, la probabilidad de que las pacientes estén vivas en cinco años es arriba o cercano al 90%. En la etapa dos, están entre 70% y 80 por ciento.
En la etapa tres está cercano al 30% y 40%. “En la etapa cuatro, cuando hay metástasis a otros órganos, esto baja a un 15%”, enfatiza Juan Carlos Vázquez Limón, jefe del Servicio de Oncología del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara.
El doctor puntualiza que en esta última etapa se aplica quimioterapia, terapia hormonal y radioterapia. “La inmunoterapia en la actualidad ya se utiliza y algunas otras terapias dirigidas contra ciertas alteraciones que presentan los tumores, con la finalidad de buscar controlar la enfermedad”.
Subraya que mientras se siga detectando tardíamente a las pacientes, la mortalidad va a incrementar. “Si detectamos más en etapa uno y dos, la sobrevida que midamos mejorará”.
Por ejemplo, un tumor de la mama que mide un centímetro se puede operar, retirar la lesión y posiblemente no requiera radiaciones, quimioterapias ni otros tratamientos. “Es menos traumático el tratamiento para las pacientes, con mayor expectativa de vida, menos costo del bolsillo y menos costo institucional o privado”.
La invitación es no tener temor. “Justamente es detectar temprano para que sea un tratamiento más eficaz, menos mórbido, menos molestias y menos costoso”.
Comenta que existen avances desde el punto de vista de las terapias médicas. Las cirugías siguen siendo el tratamiento de elección.