Trabajan con 350 mujeres al año
El grupo trabaja con unas 350 mujeres al año en Texas. Aproximadamente 10% están en hogares temporales y 80% son adolescentes no blancas.
La mayoría han pasado las seis semanas cuando acuden a la organización. Las adolescentes que han estado menstruando apenas unos cuantos años no saben cómo monitorearse. Las deportistas tienden a tener menstruaciones irregulares y a veces, cuando las jóvenes usan anticonceptivos, experimentan sangrado irregular, que pudieran confundir con la menstruación. Todos esos factores llevan a menudo a las menores —y también a las adultas— a no detectar indicios tempranos de embarazo. Kenzie Reynolds era una estudiante de 17 años cuando descubrió que estaba embarazad. Su pareja era nociva y muy dominante y ella no podía decirle a su familia sobre el embarazo ni su intención de tener un aborto porque ellos son muy cristianos y se oponen, dijo. Ella trató de decirle una vez a su madre que quería usar anticonceptivos, pero la madre evitó la conversación una y otra vez.
Reynolds encontró entonces a Jane’s Due Process, pero pasaron cuatro semanas antes de que ella pudiera siquiera ver a un juez para hacer su pedido.
“Lo peor de todo fue lo horrible y lo aislada que me sentí”, dijo.
Un mes más tarde, compareció ante un juez. Habló sobre la relación con su pareja, su desesperación y su terror, pero el juez rechazó el pedido.
“El pasó junto a mí como si yo ni siquiera estuviera allí”, afirmó. “Sentí que él no me veía como una persona”.
Aunque ella pudo haber apelado, ya tenía 10 semanas de embarazo, demasiado tarde para tomar una píldora abortiva, además de que una apelación no sería algo seguro. Reynolds entonces se puso en contacto con el grupo Lilith Fund para tomar un vuelo a Nuevo México, donde se hizo un aborto y voló de regreso a casa el mismo día.