De vector viral
La Sputnik es una vacuna de vector viral que utiliza un virus anulado que transporta material genético para estimular al sistema inmunológico. Los fabricantes no pueden garantizar una producción estable porque trabajar con ingredientes biológicos implica una serie de variables en términos de la calidad del producto terminado.
Airfinity, una firma de análisis de datos científicos, estima que 62 naciones tienen acuerdos de suministro para un total de mil millones de dosis de Sputnik V, pero hasta el momento solo se han exportado 48 millones. No estuvo claro si esas dosis debían entregarse en 2021 o a más largo plazo, añadió.
El Fondo de Inversión Directa de Rusia, que financia y vende la vacuna en el extranjero y tiene contratos de producción con 25 plantas en 14 países, dice que “cumple plenamente con los contratos de suministro de Sputnik V, incluyendo el segundo componente, tras un exitoso aumento de la producción en agosto y septiembre”.
En una entrevista con The Associated Press, el director general del fondo, Kirill Dmitriev, afirmó que todos los problemas de producción “se han resuelto por completo. Todos los problemas con el segundo componente están resueltos en todos los países”.
“No hay un solo fabricante de vacunas en el mundo que no haya tenido problemas con las entregas”, afirmó.
Mientras que Occidente confió en su mayoría en vacunas fabricadas en Estados Unidos y Europa, como las de Pfizer-BioNTech, Moderna y AstraZeneca, muchos países en vías de desarrollo han optado por otras más fáciles de conseguir en China y Rusia. La Organización Mundial de la Salud y la Agencia Europea de Medicamentos no han aprobado aún Sputnik V para su uso.
No hay un solo fabricante de vacunas en el mundo que no haya tenido problemas con las entregas Kirill Dmitriev, director del Fondo de Inversión Directa de Rusia.