Aspirar a la alcaldía tapatía: un trayecto plagado de obstáculos
Es un Ayuntamiento diferente en el Estado, disputado por todo tipo de alianzas Es la antesala para llegar a la gubernatura, según la tradición política
Una contienda de obstáculos legales y otros fácticos, además rivalidades públicas y algunas muy secretas. En eso se convirtió la carrera por la candidatura a la presidencia municipal de Guadalajara en el proceso electoral 2024 que culmina con la jornada electoral del 2 de junio, y que incluso podría extenderse unas semanas después con la judicialización ante los tribunales electorales.
Actualmente, antes de que inicien las campañas municipales de 60 días a partir del mes de abril, se conocen tres candidatos: Verónica Delgadillo García, de Movimiento Ciudadano; Diana González Martínez, de la coalición “Fuerza y Corazón por Jalisco”, por el PAN-PRI-PRD; y José María “Chema” Martínez Martínez, de la coalición “Sigamos Haciendo Historia en Jalisco”, por la “Mega alianza” del Estado (Morena-PT-Verde-Hagamos-Futuro). En estas elecciones dominan las alianzas de partido, y se agradece, porque habrá tres candidaturas solamente.
En la elección por la alcaldía en 2021, ¡hubo 14 candidatos!
En esa “fiesta democrática”, sin embargo, hubo personajes que apenas rondaron mil 500 votos, pero le costaron al erario por las prerrogativas para los partidos políticos y sólo contribuyeron a confundir al electorado y alimentar la mala imagen que se tiene de los partidos políticos en general.
En contraparte, la carrera por la candidatura contó con episodios truculentos, negociaciones palaciegas y el ascenso y caída de figuras que presumieron un poder de convocatoria que nunca tuvieron o en el mejor de los casos, intercambiaron sus posibilidades por algunos premios de consolación como candidaturas a diputaciones o regidurías. No faltó quien simplemente, después de hacer presión, campañas en redes sociales y pataleos corajudos, terminó perdiéndose en el olvido político. Y no son pocos.
En el sistema electoral de nuestro país, fundamentado en la elección de un Poder Ejecutivo unipersonal, no queda espacio para los derrotados, a menos que tengan la habilidad, las relaciones y el picaporte para abrir las puertas de la negociación y quedarse en algún espacio menor que les permite alimentar el sueño de que su proyecto político persista para la siguiente elección.
Pasó de todo para que emanaran los candidatos por el Ayuntamiento de Guadalajara. Y esta vez sólo serán tres