La ocasión que Rafa Márquez calló a la voz del Jalisco
En sus poco más de cinco décadas como voz del Estadio Jalisco, Rafael Almaraz cuenta con un sinfín de anécdotas en torno al futbol, pero una que lo dejó marcado en sus últimos años en la cabina del Monumental de la Calzada Independencia, fue cuando un ídolo cayó de su pedestal
— ¿Alguna vez le regalaron playeras los futbolistas?
— Claro, y quiero ser muy franco, no me gusta acercarme a los jugadores, quizá porque trabajo en el estadio. Pero un amigo me dijo en una ocasión que le consiguiera la camiseta de Claudio Suárez, cuando estaba en las Chivas y le dije, “déjame ver”. Un día de partido me acerqué a los vestidores y le dije a Claudio si “había posibilidades de que me diera su camiseta, así sudadita después del partido”. Él, muy sencillo me dijo que sí y me la entregó ya terminado. Pasó el tiempo y el mecánico donde llevo mi carro me dijo que si le podía conseguir la de Ramón Ramírez y otra vez me acerqué, con todo y pena le dije lo mismo a Ramón, que si me podía obsequiar su camiseta. Con una sencillez de los grandes me comentó que “con todo gusto” y pues mi amigo feliz porque es chiva de hueso colorado. Cuando cumplo 50 años en el Estadio Jalisco, eso fue en el 2017, me animé y esperé en los vestidores al camión del Atlas y me acerqué a Rafael Márquez y le dije “Rafa, soy la voz del Estadio Jalisco, soy Rafael Almaraz y quisiera saber si hay posibilidades de que me regales la camiseta con la que juegues hoy, ya que cumplo 50 años aquí y me gustaría tenerla. Volteó y me dijo: “No, no es posible”. Le dije gracias y me retiré…
Rafael Almaraz hace un silencio prolongado después de esta respuesta.
— ¿Este silencio es para que cada quien lo interprete?
— Claro. Un grande. Dicen que es un grande, porque los cronistas y los comentaristas se encargan de inflar y de desinflar.