La oposición frena reformas que manda Palacio Nacional
Diputados no afines a Morena detuvieron las propuestas energética y electoral, entre otras Otro de los logros fue que la Guardia Nacional mantuviera su espíritu civil
Para poder generar un debate sobre lo que debe y no debe reformarse a nivel federal, en beneficio de los mexicanos, la Cámara de Diputados debe contar con una distribución equitativa de cargos por partido con la finalidad de que exista un diálogo plural de ideas sobre lo que más conviene a la ciudadanía respecto de alguna propuesta de reforma o iniciativa de ley.
De esta forma podría evitarse que sigan aprobándose propuestas del partido en el poder que ponen en riesgo el Estado de Derecho, como por ejemplo, la aprobada por el Senado a la Ley de Amnistía, que otorga al Presidente, sin sujetarse a ningún procedimiento, liberar a cualquier persona que haya cometido el delito que sea, siempre y cuando aporten elementos para conocer la verdad de los hechos en casos relevantes para el Estado Mexicano, sin que medie o intervengan el Poder Judicial o la Fiscalía General de la República, sin importar si se trata de un narcotraficante, violador, secuestrador, homicida u otro delito grave. Si bien para aprobar cualquier iniciativa general se requiere una mayoría simple, lo cual representa la mitad de las diputaciones +1 voto, es decir, al menos 251 votos para que se aprueben, sin embargo, para reformar la constitución se requiere una “mayoría calificada”, la cual consiste en obtener el voto en positivo de al menos dos terceras partes de las diputaciones (333 votos).
Actualmente los diputados de Morena alcanzan un total de 202 puestos, lo que representa un total del 40.4%. Y en este sentido, la oposición ha jugado un papel fundamental en el trabajo de frenar las propuestas a la Constitución emitidas por el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, perteneciente a Morena, las cuales, según consideraron en los respectivos debates, ponían en riesgo distintas cuestiones de legalidad, operatividad y Estado de Derecho.
Por ejemplo, los diputados de oposición, que corresponden a los partidos PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, lograron frenar, en abril de 2022, la llamada Reforma Energética, que disminuía la transparencia operativa, desalentaba inversiones de privados para generación de energías, frenaba las energías renovables y ponía en riesgo que aumentara el costo de la energía.
También aportaron para insistir en que se revirtiera el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, y continuara su operación bajo mando civil, tal como fue propuesta y emprendida. Lo anterior se dio tras el voto final de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que decidió que se trataba de un acto inconstitucional.
Otro de los frenos alcanzados fue la reforma electoral de Andrés Manuel, que pretendía, entre otros puntos, el debilitamiento del Instituto Nacional Electoral a través de la reducción de presupuesto, recorte de más de 260 plazas y la desaparición de las 300 Juntas Ejecutivas Distritales, entre otros puntos.
Ante esto, el Presidente llamó a un “Plan B”, procediendo entonces a impulsar un “Plan B”, a través del cual buscaba modificar seis leyes secundarias en materia electoral, ante la imposibilidad de realizar cambios a la Constitución.