Despolitizar el SIAPA es la clave para salvar al sistema
Especialistas advierten que el organismo podría colapsar con directores ajenos al tema Hay más de ocho mil 500 kilómetros de redes de tubería en mal estado
Más de ocho mil 500 kilómetros de redes de tubería del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado se encuentran en malas condiciones en los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá, publicó el pasado sábado este medio de comunicación.
Ante ello, los candidatos por la gubernatura han presentado una propuesta en común: cambiar la red de tuberías para así evitar pérdidas por fugas. Sin embargo, para los especialistas en materia de agua esto no es suficiente, pues, mientras se siga poniendo en puestos directivos a personas que desconocen del tema, y no cuentan con la capacitación debida para impulsar la operatividad del organismo, éste terminará por colapsar.
Así lo explicó Arturo Gleason Espíndola, especialista en temas hídricos, quien dijo, a lo largo de las administraciones se ha utilizado la titularidad del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) y sus direcciones como puestos para pagar favores a los apoyos que se brindan en campaña a quienes buscan el cargo de la gubernatura, o para poner a su gente cercana.
Así mismo lo consideró el coordinador del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua en el Estado de Jalisco, Juan Guillermo Márquez Gutiérrez, quien lamentó que no se hubiera cuestionado la experiencia en la materia de quienes han ocupado hasta hoy la titularidad del SIAPA, y quienes han “atendido” las problemáticas más que por moda o presión social, que bajo una política integral.
Ambos especialistas consideraron que la clave para evitar que el sistema termine por colapsar es el establecimiento de un comité ciudadano y científico, el cual sea conformado por especialistas en la materia que permitan
“Se tendría que apostar por esta figura ciudadana en donde el director le responda a este consejo, como ocurre con el caso de Sídney Water, el consejo en Sídney, Australia, conformado por sociedad civil, personal científico y empresarios, permitiendo quitar las manos de los políticos. Esto porque en los últimos años el SIAPA se ha basado más en quién llega a administrar o medio administrar el desorden, y la verdad, firmar las factibilidades para los nuevos desarrollos, sin importar cuánta agua nos quede, sin importar el aumento de la contaminación de los cuerpos de agua que esos nuevos desarrollos tiran. Es por ello por lo que el sistema debería independizarse, buscar esa figura ciudadana elegida por la ciudadanía y especialistas, no por un gobernador o un grupo político”, dijo Gleason desde su estadía en Alemania.
Este comité, añadió Juan Guillermo Márquez, debe conformarse además por la academia y las universidades, a fin de que existan dentro del SIAPA expertos que de verdad conozcan del tema.
“Incluso el Observatorio, donde por años hemos trabajado con el tema de agua, podríamos participar con gusto, para que se hicieran esas evaluaciones y se puedan hacer recomendaciones para mejorar en la eficiencia del sistema intermunicipal. Esto nos serviría también para que, a través de esa figura ciudadana, que se usa en muchos países, en muchas ciudades del mundo, se pueda conocer cómo es realmente el funcionamiento del SIAPA y cómo se puede mejorar y manejar de una manera más adecuada”, dijo.
“Lo más importante es que no se puede seguir poniendo gente incapaz en este tipo de proyectos, se necesitan especialistas que tenga una visión completa del sistema y de las necesidades actuales, porque no basta con propuestas, se tiene establecer un plan multidisciplinar como proyecto”, dijo por su parte José Antonio Gómez Reyna, especialista en asuntos relacionados con el agua y profesor retirado del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías de la Universidad de Guadalajara.
Esto porque, dijo, para poder operar un sistema efectivo para el manejo del agua en la Metrópoli, considerando la crisis en la que ya se encuentra, las personas que sean designadas para operarlo deben analizar las condiciones en las que se encuentra, hacer la evaluación de lo que se requiere para solventar los daños de manera integral “y no sólo como parches a lo mal hecho hasta hoy”, para después proceder a establecer un presupuesto.
“Para esto tiene que aplicarse ingeniería básica, para saber lo que realmente se puede hacer y lo que no se puede hacer. Porque no vas a levantar toda la ciudad al mismo tiempo, ni el tiempo ni el presupuesto van a alcanzar para hacerlo. Entonces la formulación, la evaluación, la ingeniería básica, la ingeniería de detalle, la tecnología o lo que podría funcionar mejor, para eso debe designarse personal especializado”, insistió Gómez.