El Degollado tendrá tres noches de “Oda a la Alegría”
El Maestro Gerardo Rábago dirigirá el Coro Municipal de Zapopan, en la interpretación de la “Novena Sinfonía” de Beethoven que ejecutará la OFJ
Ya pasaron casi 200 años desde que Ludwig van Beethoven compuso una las obras más emblemáticas en la historia de la música, pero su mensaje de esperanza y felicidad sigue vigente, así lo aprecia el Maestro Gerardo Rábago, quien dirigirá el Coro Municipal de Zapopan, en la interpretación de la “Novena Sinfonía” que realizará la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) como parte de las actividades del Festival Cultural de Mayo (FCM).
Para este año, el programa del FCM tiene como tema el 200 aniversario de esta sinfonía que fue presentada por primera vez el 7 de mayo de 1824 y es actualmente considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco desde 2002.
El FCM (del 7 al 24 de mayo) será inaugurado con tres conciertos los días 7, 8 y 9 de mayo en el Teatro Degollado, donde interpretarán la célebre pieza del compositor alemán, que además contará con la participación de cuatro solistas internacionales: Sophie Gordeladze, soprano (Georgia); Nora Souruzian, mezzosoprano (Canadá); Peter Lodahl, tenor (Dinamarca); Grigory Soloviov, bajo (Estados Unidos).
Para esta puesta en escena, el Coro Municipal de Zapopan tendrá a Rábago como director invitado, quien conoce esta sinfonía como pocos, pues resalta en su carrera haber dirigido el Coro de México con esta pieza, acompañado de la famosa orquesta Saint Martin in the Fields, bajo la batuta de Sir Neville Marriner.
“Es una obra que amo mucho y que he tenido la oportunidad de presentar muchas veces, con esta obra yo debuté como director coral sinfónico en el año 1990, bajo la batuta del Maestro Enrique Bátiz, fue el primer concierto sinfónico que hice, desde ese entonces no he soltado esta obra y espero no soltarla nunca”, explicó Rábago, en entrevista con EL INFORMADOR.
El director ha sido un frecuente invitado por el FCM, la última vez fue en 2010: “Estoy muy contento porque he tenido la oportunidad de trabajar en repetidas veces en este festival cultural, que es el más importante del país, por su continuidad y solidez en su contenido, formato, escenarios, su público; es un festival muy arraigado en el espíritu de los tapatíos”, añadió.
Para este recital, Rábago viene ensayando con el coro zapopano desde el 8 de abril, el cual fue apoyado con otros 40 cantantes invitados, quienes fueron audicionados uno por uno por la Directora, Mireya Ruvalcaba Salazar.
“Cuando se reúne un grupo así de numeroso, conformado con tanta responsabilidad, tal como lo hizo la directora Ruvalcaba, dirigir se vuelve una delicia, es un coro muy potente, que además tiene una actitud muy bella y generosa conmigo, ni hacen caras por los pasajes que repetimos, y cada vez que repetimos suenan mejor, es algo muy placentero. Jalisco es de los abrevaderos vocales más generosos del país, los cantantes jaliscienses destacan”, dijo el director invitado.
Por su parte, Gerardo Rábago cuenta con más de 30 años como director coral, ha ofrecido conciertos con más de 15 orquestas sinfónicas, en colaboración con 30 directores nacionales e internacionales, con los que ha abordado 50 obras sinfónico corales.
No obstante, la “Novena Sinfonía” es la obra que más le apasiona, pues considera que su mensaje debe ser difundido con amplitud, especialmente en el marco del 200 aniversario de su creación.
“En el tema de la ‘Oda de la Alegría’, Beethoven subraya conceptos que cada vez están más vigentes, la necesidad de que la gente se ame, de unir, de abrazarse, de estar felices, entonces creo que es especialmente oportuno celebrar a Beethoven con este mensaje para que incida en el país y en el mundo, ante los elementos de descomposición que hay en la sociedad”, comentó el Maestro.
La “Novena Sinfonía” destaca del resto por ser la primera en la historia en llevar coro. Su estructura, aunque convencional a cuatro movimientos, desarrolla transformaciones rítmicas que contrastan con el sentido del equilibrio del clasicismo de la época, de tal manera que abren paso a una nueva percepción fenoménica de la música y extienden su duración hasta unos sesenta minutos, cuando las sinfonías solían durar poco más de media hora. De hecho, suele decirse que la duración de la “Novena Sinfonía” fue la base que determinó la duración de los CD.
“Beethoven la estrenó cuando ya no escuchaba nada. En ella transita al romanticismo. Es una obra con una profundidad enorme, muy romántica, es de sus últimas obras que compone, y la última sinfonía que compone”, explicó Rábago.