La Simicarrera promueve el cuidado del medio ambiente
Orlando Casillas, bicampeón de la maratón en La Laguna, aseguró su posición como monarca absoluto de los 10 kilómetros en la 16ª Simicarrera, celebrada este año en apoyo al rescate de la laguna de Atotonilco. El corredor, proveniente de Tlaquepaque, completó la prueba en 30 minutos y 12 segundos, destacando su primera participación en este evento.
La carrera, que contó con la presencia de más de cuatro mil atletas, también reconoció la labor y dedicación del atleta poblano Sergio Jiménez, quien durante una década ha corrido vestido como el Dr. Simi para promover el ejercicio y apoyar causas benéficas.
En la rama femenina, Michelle Guadalupe Barajas, oriunda de Guadalajara, se alzó con el primer lugar al cruzar la meta en 35 minutos y 21 segundos. Barajas expresó su orgullo por la victoria, dedicándola a su madre y destacando el significado personal de superar este desafío.
El evento comenzó a las 7:00 horas con la entonación del Himno Nacional, seguido por la salida de los corredores en tres distancias diferentes: 10 kilómetros, cinco kilómetros y una caminata recreativa de tres kilómetros.
Las calles del Centro Histórico de Guadalajara se vieron inundadas de corredores, quienes se unieron en defensa de la laguna de Atotonilco, un importante santuario de aves en peligro de extinción.
La asociación Junta Intermunicipal de Medio Ambiente Lagunas (JIMAL), en colaboración con la Fundación SíMiPlaneta, lidera los esfuerzos de rescate de la laguna, que enfrenta amenazas debido a la sequía. Entre las medidas a tomar se incluyen la reforestación de áreas cercanas y el dragado de afluentes.
Carmina González, directora del comité organizador, expresó su satisfacción por el éxito del evento, que agotó los cuatro mil lugares disponibles y recaudó fondos para JIMAL. Además, se reconoció públicamente la contribución de Sergio Jiménez, quien ha sido un elemento distintivo de las Simicarreras durante una década, inspirando a otros a través de su participación como el Dr. Simi corredor.
La Simicarrera no sólo fue una competencia deportiva, sino también una oportunidad para promover la salud, la conservación ambiental y la solidaridad comunitaria, demostrando el impacto positivo que puede tener el deporte en la sociedad.