Fernández & Fernández

Hace cuatro años, en

Sochi, la mayor representación española de siempre en unos Juegos de Invierno (20 expedicionarios) regresó de vacío. Pero dos diplomas, tres puestos entre los 10 primeros y cinco entre los 15 llevaron a

Alejandro Blanco y Miguel Cardenal, tan discrepantes en (casi) todo lo demás, a estar de acuerdo en que, en 2018, en Pyeongchang, tocaríamos metal. Era un optimismo oficial, pero tuvieron razón.

Hace cuatro años, tras la cuarta posición de Javi, el arriba firmante escribió a propósito del patinador: «En 2010 (Vancouver) era demasiado joven. En 2022 será quizás demasiado mayor. Puede que a 2018 se limiten sus ocasiones reales de obtener lo que su talento y su esfuerzo merecen».

Yo también, aunque algo receloso, tenía razón. Pero quien de verdad la tenía era Javi cuando afirmó: «Soy joven (22 años) y tengo aún más Juegos por delante».

El bronce nos sabe dulce, pero a poco. Hubiéramos querido para Javi, campeón del mundo y de Europa, el título definitivo que cerrara el círculo dorado. No habríamos hablado tanto de él, así como de Carolina Marín, si sus medallas mundialistas y europeas hubiesen sido de otro metal. La plata y el bronce distinguen. El oro corona. El oro establece las jerarquías individuales y por países.

Nuestro análisis registra matices. Nuestra alegría y nuestro orgullo no. Alcanzan un máximo registro y alaban el innegable carácter histórico del éxito. Curiosamente, para que un español gane una medalla en unos Juegos de Invierno tiene que apellidarse Fernández. Acompañado del Ochoa o a solas. Fernández o Hernández (Regino), que es casi lo mismo.

Javi es lo que por aquí llamamos un «pionero». Pero mucho nos tememos que, a diferencia de los otros (Santana, Nieto, Ballesteros…), que fomentaron una herencia inmediata, esplendorosa y vigente, esta golondrina no hará verano (invierno). En cuanto a Paquito

Fernández Ochoa, sus «descendientes» fueron pocos (su hermana, María José Rienda,

Carolina Ruiz) y buenos. Pero no lo suficiente y, además, a su vez, sin sucesores.

Javi ya fue seis veces campeón de Europa desde 2013 y dos del mundo desde 2015. Pero aquí sigue sin haber pistas, ni afición, ni valoración popular.