El PNV toma la calle para exigir la vía soberanista en el País Vasco
Suma a sus líderes a la movilización en la que miles vascos piden el «derecho a decidir»
Los máximos responsables políticos e institucionales del PNV, excepto Iñigo Urkullu, secundaron ayer una cadena humana junto a miles de personas para reclamar la vía soberanista en el País Vasco y exigir el «derecho de autodeterminación».
«Cataluña ha hecho un camino admirable hacia la democracia», aseguraba ayer a este periódico el portavoz de Gure Esku Dago (Está en nuestras manos, en euskera), Ángel Oiarbide, en las horas previas a la celebración de la segunda cadena humana en favor del derecho a decidir. Más de 200 kilómetros entre San Sebastián, Bilbao y Vitoria, en los que junto a las decenas de miles de ciudadanos –que los organizadores elevaron a los 175.000– participaron los máximos responsables políticos e institucionales del PNV, el partido que facilitó con sus cinco votos decisivos la moción de censura que situó a Pedro Sánchez en La Moncloa. El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, decidió en esta ocasión permanecer callado, pero sí hablaron referentes institucionales nacionalistas como el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, que defendió el «derecho de autodeterminación» en el País Vasco.
El PNV rubricó en las calles y carreteras vascas su respaldo político e institucional al movimiento por el derecho a decidir que se aglutina en torno a la plataforma Gure Esku Dago. Esta organización ya organizó una cadena humana entre Durango y Pamplona en 2014 y que ha realizado más de 200 consultas populares en las que pregunta por el establecimiento de una «Euskal Herria» soberana.
Los nacionalistas presididos por Andoni Ortuzar han incrementado su respaldo a Gure Esku Dago. Tanto participando en cadenas humanas y consultas como en manifestaciones a favor del referéndum ilegal del 1-O en Cataluña.
«Este pueblo ha dejado muy claro que no está dispuesto a dar pasos atrás en sus objetivos», leyó ayer el portavoz de la plataforma a las puertas del Parlamento vasco. Un manifiesto con el que se puso punto y final a una movilización que durante media hora unió a los «100.000 inscritos» que para participar oficialmente en esta convocatoria habían comprado un pañuelo con el logo de la plataforma por cinco euros.
Los organizadores movilizaron más de 1.000 autobuses y dos helicópteros en el acto, que contó con el respaldo explícito de la radio televisión pública vasca. Tanto las emisoras de radio como el canal televisivo en castellano ETB2 realizaron una cobertura especial durante toda la mañana sobre esta movilización.
La plataforma convocante no se declara independentista, pero reclama conseguir que las instituciones vascas cuenten con soberanía plena. Ayer, tras el desarrollo del acto, sus promotores anunciaron la creación de un «espacio permanente de colaboración y consenso» con el objetivo de que se alcance un «pacto de país que, teniendo en cuenta los diferentes territorios [Euskadi, Navarra y País Vasco francés], nos lleve a decidir qué futuro queremos».
El PNV contó con una destacada representación en esta cadena humana porque junto a Andoni Ortuzar se situaron el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y la presidenta de los nacionalistas vascos en Vizcaya, Itxaso Atutxa. También participaron los alcaldes de Vitoria y San Sebastián y los diputados de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava que gobiernan con el Partido Socialista vasco.
El PSE de Idoia Mendia se limitó a emitir una nota atribuida a su secretario de Organización, Miguel Ángel Morales, en la que advertía de que los cargos institucionales que representan a gobiernos de coalición hicieron «un papel que no les corresponde».
La movilización fue más allá del aire festivo con el que Gure Esku Dago pretende envolver su reclamación del derecho a decidir. El objetivo explícito de esta plataforma soberanista, con el aval del PNV y el apoyo entusiasta de EH Bildu, es influir en el proceso de debate sobre el futuro Estatuto vasco que se ha iniciado en el Parlamento y que tiene como objetivo contar un nuevo texto articulado en 2019 para su debate definitivo en la Cámara.
Hasta la fecha, los dos únicos documentos aprobados lo han sido con el único respaldo de PNV y EH Bildu y en ambos se plantea no sólo el reconocimiento del derecho
a decidir, sino el establecimiento de la «nacionalidad vasca» y la «ciudadanía vasca» o la asunción por las instituciones de todas las competencias, incluidas las que la Constitución Española ahora determina como exclusivas del Estado. Hasta la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejeria, formó parte de la reivindicación soberanista junto a su hija.
El PP vasco, a través de su secretaria general, Amaya Fernández, denunció la «vulneración de la neutralidad parlamentaria» de Tejeria y responsabilizó al PNV de «avivar la ruptura social» en el País Vasco.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, que no intervino en el acto, «aplaudió» desde los aledaños de la Basílica de Loyola que se hubieran cumplido las «expectativas» y justificó su no participación al haber entendido que era una propuesta «para el conjunto de la sociedad» y no de carácter institucional. Un argumento hueco porque el resto de los cargos institucionales del PNV, incluidos los que han tenido el respaldo del PP para aprobar sus cuentas, sí que se sumaron.
La movilización contó con dos kilómetros dedicados a trasladar su «solidaridad» tanto con el independentismo catalán como con los agresores de los guardias civiles en Alsasua recientemente condenados por la Audiencia Nacional. El diputado de ERC Gabriel Rufián –en San Sebastián– y representantes de la CUP, Junts per Catalunya, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, y miembros de Òmnium Cultural –en Bilbao– se sumaron a la movilización soberanista.
También EH Bildu, la plataforma en la que militan los ex dirigentes y simpatizantes de Batasuna como Arnaldo Otegi, se volcó con el apoyo a la convocatoria de Gure Esku Dago en la que también reclamaron el «derecho de autodeterminación» para Euskadi.
El PP denuncia que la presidenta del Parlamento se sumara a la cadena
Urkullu, que no acudió, «aplaude» el éxito del acto por el «derecho a decidir»