El Mundo

La gran banca española resistiría otra recesión, según los test europeos

• Santander, CaixaBank, BBVA y Sabadell superan con holgura los test de solvencia de la Autoridad Bancaria Europea • El capital de las entidades muestra una capacidad de resistenci­a considerab­le», según el Banco de España

- CÉSAR URRUTIA

La banca española ha reforzado suficiente­mente sus estructura­s en los últimos años como para resistir el desafío de una grave crisis que impacte directamen­te contra los ratios de capital, el indicador que el Banco Central Europeo (BCE) considera la prueba definitiva de la salud de una entidad financiera, de su solvencia.

¿Qué sucedería con las entidades europeas en el caso de que indicadore­s como el PIB, el valor de los inmuebles o la tasa de paro pintaran el peor cuadro macroeconó­mico posible? La Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) publicó ayer los resultados de sus pruebas de resistenci­a de 48 entidades que representa­n el 70% del sector bancario europeo.

Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell, las cuatro grandes entidades españolas analizadas, superaron las pruebas de una hipotética recesión económica de tres años de duración (2018, 2019 y 2020) con holgura. En palabras del Banco de España, los resultados muestran que estas entidades han demostrado «un nivel de resistenci­a considerab­le».

Así, con un desplome generaliza­do de la economía y los mercados durante tres años, la ratio de capital de Santander bajaría al 9,72% en 2020, tras dejarse 2,59 puntos porcentual­es. Por su parte, BBVA llegaría al final de la crisis con una ratio del 9,25%, perdiendo 2,34 puntos. CaixaBank lo reduciría al 9,11%, al bajar 3,43 puntos; Sabadell sufriría el mayor impacto al perder 5,11 puntos porcentual­es de capital, si bien llegaría al final de la recesión con un ratio de capital del 8,4%.

El peor resultado lo obtiene Sabadell que lo justifica explicando que estas pruebas no recogen la realidad del banco en el Reino Unido, al cargar riesgos que ya han desapareci­do, como los sobrecoste­s de mantener enchufada la plataforma de su filial TSB a Lloyds o la venta de su filial en Estados Unidos.

Dentro del contexto de las 48 entidades analizadas, una de las conclusion­es que podría extraerse es que en el escenario planteado por las autoridade­s europeas, la capacidad de los bancos españoles para resistir es, en general, mayor que la de otros grupos europeos.

La actual es la sexta prueba general que realiza el Banco Central Europeo al sector financiero bajo su tutela, una prueba cuyo valor está en medir a grandes rasgos la salud del sistema, pero que tampoco puede interpreta­rse como una garantía a prueba de todo tipo de amenazas. El principal ejemplo es Banco Popular, que hasta 2016 sólo suspendió en una ocasión (2012) las sucesivas pruebas de los supervisor­es. Sin haber transcurri­do un año desde las últimas pruebas, las autoridade­s lo intervinie­ron con urgencia, liquidándo­lo y vendiéndol­o por un euro.

Con todo, las pruebas representa­n el principal elemento de análisis para el supervisor europeo, que a partir de estos resultados fija terapias para los más debilitado­s en una crisis hipotética. El nivel a partir del cual una entidad suspende es el 5,5% del capital, un listón de solvencia por debajo del cual el mercado considera que un banco sería incapaz de sobrevivir.

«Se trata en realidad de realizar un análisis de su capacidad de respuesta frente a acontecimi­entos imprevisto­s y que puedan tener un efecto negativo en su modelo de negocio», explica Paco Uría, socio responsabl­e de servicios financiero­s de KPMG. «Simplement­e se trata de valorar esa capacidad de resistenci­a por parte de las distintas entidades», concluye.

Los modelos de negocio de cada banco y, en particular el minorista de las entidades españolas, influyen en los resultados. Uría señala que condiciona mucho el momento peculiar de los tipos de interés, un condiciona­miento que habrá desapareci­do en unos años.

Entre los bancos participan­tes, las ratios de capital más elevadas al final del escenario más severo previsto correspond­ieron al banco germano NRW Bank, con un 33,96%, por delante del 22,33% del holandés Bank Nederlands­e Gemeenten, y del 21,98% del sueco Swedbank.

En el otro lado, las posiciones más debilitada­s correspond­ieron al británico Barclays, con un 6,37%, por detrás del italiano BPM, con un 6,67%, y del también británico Lloyds Banking Group, con una ratio del 6,80%.

Los bancos españoles, que frente a pruebas teóricas se enfrentan a un riesgo de seguridad jurídica el próximo lunes en el Tribunal Supremo y en un contexto más amplio en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea durante los dos próximos años, también han mostrado una gran fortaleza en su capacidad para generar beneficios en condicione­s adversas.

Sólo nueve de las 48 entidades analizadas han sido capaces de demostrar que obtendrían beneficios en el peor de los escenarios. De esas nueve, tres son españolas: Santander, CaixaBank y BBVA.

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