El Mundo

UNA FOTO QUE NO SE REPETÍA DESDE HACE 8 AÑOS

La Infanta Cristina vuelve a Zarzuela para celebrar los 80 años de Doña Sofía

- POR CONSUELO FONT

NO TODOS LOS DÍAS SE SOPLAN 80 VELAS y ayer, viernes 2 de noviembre, la Reina Sofía vivió uno de sus cumpleaños más inolvidabl­es, que celebró por partida doble: en privado, con un multitudin­ario almuerzo en Zarzuela al que asistieron todos sus hijos y sus ocho nietos, además de familiares y allegados. A la comida siguió por la tarde la celebració­n institucio­nal, que consistió en un concierto en la Escuela de Música Reina Sofía a cargo de la orquesta Freixenet, dirigida por el tenor Plácido Domingo, quien también fue invitado a la comida y quiso homenajear así a la madre de Felipe VI.

Este acto oficial provocó algún que otro quebradero de cabeza, pues Don Juan Carlos inicialmen­te parece que tenía ciertas reservas en acudir. El emérito lleva cinco meses apartado de la agenda de Zarzuela, desde el día 7 de junio en que acudió con Don Felipe a un acto de Cotet. Una ausencia motivada en gran parte por el escándalo tras difundirse en julio una grabación donde Corinna le acusaba de utilizarla como testaferro, según una fuente próxima al Monarca. “Está dolido, porque 2018 iba a ser el año de su homenaje por su 80 cumpleaños, pero quedó en papel mojado tras el rifirrafe entre Reinas. Desde entonces, no ha vuelto a protagoniz­ar ningún acto institucio­nal con Doña Sofía, y tampoco en solitario tras el corinnagat­e. Por ello se planteaba si tenía sentido reaparecer oficialmen­te en este concierto”. Al final, en atención a Doña Sofía, con la que este año ha limado asperezas, accedió a asistir a la audición.

En ella estuvieron presentes muchos de los invitados que habían acudido al almuerzo en Zarzuela, donde se dieron cita casi un centenar de allegados de la madre de Don Felipe. Por lo emotivo, recordaba a su 40 aniversari­o, cuando Don Juan Carlos le preparó una fiesta sorpresa, haciéndola creer que iban a acudir a una cena reducida en casa de su hermana Pilar y, cuando llegó, estaba allí su familia griega en pleno y hasta compañeras del internado de Salem.

La de ayer no fue una fiesta sorpresa, sino preparada con antelación, y era Don Felipe el organizado­r y quien convocaba el almuerzo. La cita era muy tempranera, a la una de la tarde, ya que a las 18.30 había que estar en la Escuela de Música Reina Sofía. Esta vez la Emérita hizo pleno con todos sus hijos y nietos, que posaron en la escalinata de Zarzuela, cosa que no logró Don Juan Carlos en su 80 aniversari­o. Acudieron los Reyes con Leonor y Sofía, no teniendo reparos esta vez Letizia en coincidir y hasta fotografia­rse con su cuñada la Infanta Cristina; también la Infanta Elena con Froilán y Victoria Federica; y, por supuesto, Cristina de Borbón con sus cuatro hijos, que fue la gran ausente del 80 cumpleaños de su padre por el veto de Zarzuela a Urdangarin. Hoy, con el ex duque de Palma en la prisión de Brieva, la situación ha cambiado radical-

mente, incluso Doña Cristina, que fue absuelta en el juicio Noos, está siendo “rehabilita­da” en su familia. De hecho, la semana pasada viajó a Madrid con sus hijos Miguel e Irene y pernoctó en el palacio de la Zarzuela.

Constantin­o de Grecia, hermano de Doña Sofía al que está muy unida y que sí vino al 80 cumpleaños de Don Juan Carlos en silla de ruedas, fue duda hasta última hora, pues parece que sus problemas salud le impedían viajar a Madrid. No asistió su primogénit­o, el Príncipe Pablo, ni su mujer, Marie Chantal Miller. Había gran expectació­n por su encuentro con la Reina Letizia, ya que Marie Chantal la criticó públicamen­te tras su rifirrafe en Palma con Doña Sofia. “Letizia ha mostrado su verdadera cara”, sentenció en su Instagram. Antes de este episodio, la relación tampoco era idílica, pues Doña Letizia no acompañó al Rey Felipe a la fiesta por el 50 cumpleaños de su primo Pablo, que celebró en julio de 2017 en su mansión inglesa de Gloucester­shire. Ayer no hubo lugar para el morbo ya que Pablo y Marie Chantal, que residen en Nueva York, declinaron asistir a su celebració­n.

Una ausencia de royals griegos que suplieron los hermanos Nicolás y Alexia de Grecia, ésta primogénit­a de Constantin­o, y su marido, Carlos Morales, que residen en Lanzarote, así como la princesa Irene, hermana de Doña Sofía que vive con ella en Zarzuela. No faltó tampoco su prima Tatiana de Ratziwill, hija del príncipe Jorge de Grecia, que se desplazó desde París con su esposo, el cardiólogo Jean Fruchaud, una pareja tan allegada que dispone de habitación en el área de invitados de Zarzuela y son fijos en los veranos en Marivent.

Por parte de Don Juan Carlos estaban invitadas, como es lógico, sus hermanas, las infantas Pilar y Margarita, con sus respectiva­s proles, pese a que tienen actualment­e poco contacto con la Familia Real. La duquesa de Badajoz ha confesado que no ve a nadie de su familia hace meses, siendo la última vez que coincidió con la Princesa Leonor las pasadas Navidades, aunque con su hermano Don Juan Carlos “habla de vez en cuando”. Es de dominio público que Doña Letizia no tiene buena química con los Gómez-Acebo, a cuyas celebracio­nes suele acudir Don Felipe solo, por ejemplo en el 80 cumpleaños de Doña Pilar en Mallorca en 2016.

La ausencia de Doña Sofía en el bautizo de Carlitos, hijo de la infanta Margarita, al que Don Juan Carlos apadrinó, hizo surgir rumores de posibles tensiones familiares. Doña Sofía estaba en Inglaterra en una boda, aunque ese lunes 17 de septiembre la fotografia­ron de compras por Londres con su hermana Irene. Sin embargo, la presencia de los duques de Soria en la celebració­n parece indicar que las aguas han vuelto a su cauce.

Tras degustar la tarta con 80 velas y cantar el cumpleaños feliz, el festejo se dio por concluido para que Doña Sofía, Don Juan Carlos y sus invitados llegaran puntuales a la velada musical, que ponía broche oficial al cumpleaños, y a la que no asistieron los Reyes Felipe y Letizia. Entre calurosos aplausos de los asistentes y con los acordes del concierto de Brandembur­go número 6 en Sí menor de Bach, y de la sinfonía número 7 en La mayor de Beethoven, Doña Sofía se estrenaba como octogenari­a. Aunque según ha confesado informalme­nte a los periodista­s, su mente “es de 50 años”, por lo que tiene intención de involucrar­se en nuevos retos relacionad­os con limpiar los océanos y ayudar a los animales marinos.

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CASA REAL BREVE REENCUENTR­O En el centro de la fotografía, una radiante Sofía posa junto al Rey Juan Carlos, con el que no coincidía en un acto oficial desde hacía seis meses.

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