La dirección de Podemos denigra a Errejón y le exige que se marche ya
Podemos cierra la puerta a lograr un nuevo acuerdo para Madrid como piden los ‘errejonistas’
Las principales voces de Podemos desacreditaron ayer a Íñigo Errejón hasta agraviarle en términos personales –Echenique dijo que no dimitiría del escaño porque de algo tiene que vivir– y cerraron el paso a lograr un acuerdo para las listas en la Comunidad de Madrid.
Si Errejón pegó el portazo, ellos echan la llave a la puerta. Es la posición de la dirección nacional de Podemos ante la decisión de su hasta ahora candidato a la Comunidad de Madrid de renunciar a las siglas del partido para sumarse a la plataforma de Manuela Carmena. La digestión de la ruptura está siendo lenta, compleja, difícil, pero el núcleo duro de Pablo Iglesias está decidido a cortar de raíz. «En ningún momento se va a abrir un espacio de negociación con Errejón. Eso se tenía que haber hecho antes», sentencian desde la cúpula, obviando los mensajes errejonistas que piden una negociación para acordar una sola candidatura, bajo el paraguas de Más Madrid, como sucederá en el Ayuntamiento.
Los rostros y las voces serias, apagadas, débiles ayer de los dirigentes de Podemos denotaban que la herida aún sangra. En la cúpula desconfiaron de «las largas» que Carmena daba en Madrid para cerrar la lista definitiva al Ayuntamiento; de los movimientos de Errejón... Pero no se esperaban este «engaño». Ha dolido más la forma y el momento elegido que la propia marcha de Errejón, que hace tiempo que está fuera de las esferas de poder y decisión del partido. Escuece que Podemos afronte su crisis más grave en su momento de más cuota de influencia política con el acuerdo presupuestario con el Gobierno. Y el perdón y la reconciliación son conceptos ahora enterrados.
«Si quería hablar, teníamos la oportunidad de haberlo hecho estos meses. La forma de proceder dinamita todos los puentes», sentenció Irene Montero, líder de partido ante la baja por paternidad de Iglesias, interrumpida el jueves para dar réplica al desafío de Errejón. Lo acusó de «engañar» a la militancia y deslizó la acusación de conspirador al acusarlo de «urdir un plan secreto».
En Podemos son cuidadosos. Ningún dirigente menciona la palabra «expulsión». Y si se les pregunta, regatean. El argumentario es que es Errejón el que se ha situado fuera del partido. «Íñigo ha decidido él ser el candidato de otra formación». Por tanto, esgrimen, no hay que expulsarlo porque se ha ido él. Es más, la estrategia pretende, además, empujarlo a dejar todo cargo ligado a Podemos. Incluso el acta de diputado. «Yo si fuera él hubiera dimitido. Si te presentas por otro partido con un escaño que ganaste con Podemos lo lógico es dejarlo, pero de algo tendrá que vivir hasta mayo», fue el duro recado que le lanzó ayer Pablo Echenique, secretario de Organización.
Errejón no acudirá hoy al cónclave electoral de Podemos, la primera reunión del Comité de Campaña, a la que están citados todos los candidatos y secretarios generales autonómicos.
Pese a la crudeza y los mensajes duros de la dirección nacional, los
errejonistas, confían en una negociación in extremis, de última hora, para que Podemos se sume a la candidatura de Errejón. Que no haya competencia y se repita lo sucedido en la ciudad de Madrid. «En mayo va a haber una sola candidatura, con todas las organizaciones políticas dentro. Sería bastante extraño que hubiera una competición en la Comunidad y no en la ciudad, donde todo el mundo va de la mano de Carmena», expuso Rita Maestre, portavoz del Ayuntamiento y muy cercana a Errejón.
En la misma línea se manifestó Clara Serra, portavoz en la Asamblea de Madrid, que calificó de «escenario absurdo» que haya una candidatura de Podemos. «No concibo ese escenario». El equipo de Errejón espera un gesto, amparado bajo el poder y la influencia de Carmena, que ya dobló el pulso a Iglesias en el Ayuntamiento.