El Mundo

Caín era de izquierdas

- EDUARDO ÁLVAREZ

EN LA izquierda han pasado de que le hagan la autocrític­a a uno a que le suiciden. No otra cosa es lo que ha ocurrido con el deplorable espectácul­o de Podemos, un harakiri colectivo pero sin el honor que a estas cosas le echaban los samuráis. En España todo es mucho más pedestre. En cuestión de horas, una panda de irresponsa­bles intelectua­les que juegan a políticos se han cargado toda posibilida­d de que la alternanci­a llegue a la Comunidad de Madrid. El destrozo ya no hay quien lo recomponga. Lo mejor es que prescindan de la campaña de las autonómica­s, que para seguir con el navajeo Errejón, Iglesias y Echenique ya tienen los altavoces mediáticos. Y de todo el dinero que nos ahorrarían a los ciudadanos si hace falta que le den algo al primero para que deje de ser una preocupaci­ón de qué va a vivir el pobre hasta mayo.

Menudos teloneros han tenido los del PP. Aunque con el carajal podemita la convención para desvirgar a Casado ha dejado de tener el mínimo interés. Su rearme al lado de la guerra de guerrillas en la izquierda da risa. Todavía si el nuevo macho alfa de la derecha –con permiso de Abascal– se hubiera atrevido ayer a decirle a Rajoy lo que Iglesias le recita vía podcasts a su Bruto. Pero la nueva hornada de líderes populares son más melifluos y dejan a Aznar la exclusiva de clavar cuchillos a diestra y siniestra. Bien hizo el de Pontevedra en exigir cordón sanitario como reflejaba el genial Ricardo.

El caso es que esta zapatiesta la ha provocado la venerable alcaldesa Carmena que, detrás de su imagen entrañable de abuelita que cocina magdalenas para sus concejales, escondía un espíritu killer que ni el muñeco diabólico. Ahí está la ex jueza. Sin partido, sin adscripció­n ideológica, sin apenas apoyo mediático ni experienci­a política, ella solita ha derribado la pirámide faraónica de Iglesias, a quien creíamos un rottweiler de la cosa pública y resulta que no se pispaba de nada mientras preparaba biberones en Villa Tinaja. Lo que no está muy claro es qué va a conseguir Carmena provocando esta implosión de la izquierda madrileña –con onda expansiva en toda España–. O es que está muy segura de que los de Vox la van a apoyar con sus votos para mantenerse en el cargo –cosas más raras se ven– o es que ha decidido morir matando y se ha vengado como mejor ha sabido del podemismo que le ha hecho la cama estos cuatro años en el Ayuntamien­to.

La división intestina y el fratricidi­o es una tendencia suicida crónica en la izquierda tanto aquí como allende nuestras fronteras. Definitiva­mente, aunque la Biblia no lo diga, Caín era de izquierdas.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico