El Mundo

Casado ofrece un ‘contrato liberal’ para regresar al ‘PP verdadero’

Cierra la Convención con un discurso entusiasta de autoafirma­ción y llama a «unir el voto para unir a los españoles de nuevo» Promete «menos poder político y más libertad» si llega a La Moncloa

- POR JUANMA LAMET ESCRIBEN FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS, DAVID GISTAU Y SANTIAGO GONZÁLEZ

«El nuestro será un gobierno compartido con los españoles. Cambiaremo­s España juntos. Serán nuestras decisiones, pero también las suyas. Habrá menos poder [político] y menos intervenci­ón [estatal], y habrá más libertad» para el ciudadano, que pasaría a tener «el control de su vida» en asuntos como la educación, la sanidad o algunos impuestos, en detrimento del Estado. Este mensaje constituye el «núcleo del proyecto» de Pablo Casado para España. Así lo detalló en su discurso en la clausura de la Convención Nacional del Partido Popular. «España necesita hoy, sobre todo, libertad, y vamos a pelear en serio por ella».

«Quiero hacer la mayor devolución de espacios de libertad que se haya hecho nunca en España», proclamó. «Eso sí va a ser un empoderami­ento en toda regla. A eso tienen miedo» los otros partidos, «a perder el control sobre la vida de los españoles, a que les abramos la puerta y a que dejen de estar cautivos de sus políticas», explicó Casado.

Esta «revolución liberal» a largo plazo implicaría la libertad de elección en toda la relación del ciudadano con la Administra­ción: «Que los políticos mandemos menos y la gente mande más», resumió.

Con este discurso de digestión lenta y reconocida­mente «difícil de hacer entender», Casado apunta más lejos de lo que nunca lo ha hecho un dirigente del PP. Se trata de un nuevo modelo, un «contrato liberal» de corte estadounid­ense. Y supone una suerte de «tercera vía» para los populares, que ya no abogarían por un Gobierno gestor, sino que irían más allá del reformismo de Aznar. «Esto es un modelo a lo Reagan», apunta, gráficamen­te, un importante dirigente popular. «O a lo Blair», añade otro. Hay que recordar que el propio Casado incidió la semana pasada en que prefiere la izquierda liberal de Tony Blair al centrodere­cha estatalist­a de Jacques Chirac. «Su plan es continuar o adaptar el thatcheris­mo o el reaganismo», convienen las fuentes de Génova.

«Vamos a derribar de una vez por todas ese muro de la falsa superiorid­ad moral de la izquierda. No propongo un país sin socialismo, pero no propongo un país en el que socialismo sea obligatori­o; quiero que sea voluntario», explicó Pablo Casado durante su discurso. Éste fue el pasaje «crucial» para entender lo que quería transmitir el presidente del PP, según uno de sus colaborado­res de cabecera.

Se trata de «derribar las premisas que vienen del socialismo», que a juicio de los populares ha logrado que el «camino político» transite por la «servidumbr­e» al Estado y no por los conceptos de «libertad, responsabi­lidad y nación», que son los que quiere enarbolar Casado en La Moncloa.

«Esto no lo había dicho todavía nadie, nunca se había anunciado un proyecto así, que va bastante más lejos que Aznar», reiteran otras fuentes de la dirección del PP. «Es la primera vez que alguien tira en una dirección que ni parte de las premisas socialista­s ni tampoco vira hacia la derecha nacionalis­ta. No hay muchos dirigentes en la UE con una visión tan liberal», añaden.

Hasta en 27 ocasiones citó Casado la palabra «libertad», 28 si se contabiliz­a el propio eslogan de la Convención, España en libertad. «La libertad es la respuesta a las tensiones sociales y territoria­les. La libertad es la respuesta al callejón sin salida en que se encuentran muchos de nuestros jóvenes. La libertad es la respuesta

El «nuevo PP» plantea «reformular y actualizar el legado de Aznar»

a los problemas del bienestar, a las crisis y a la globalizac­ión, a los conflictos internacio­nales y a la revolución digital», condensó el líder de la oposición.

De la convención sale un rumbo definido para el PP, con más querencia al aznarismo y apenas algunas herencias «sociales» de Rajoy. Si el primero bendijo a Casado como heredero natural y único de su legado, el segundo demandó anteponer la «realidad» a los principios. Rajoy fue el más aplaudido, pero convenció menos a la nueva cúpula.

En todo caso, el actual presidente del PP quiso cerrar el cónclave del «rearme» marcando perfil independie­nte, con la inequívoca voluntad de construir una alternativ­a propia. Esa ya citada tercera vía, que irá desarrolla­ndo y, sobre todo, explicando en las próximas semanas. «Lo que hizo ayer Casado fue una reformulac­ión y actualizac­ión del legado del aznarismo frente a 3.000 personas que salen de la convención con la sensa-

ción de que el proyecto al que se afiliaron un día vuelve a tener las ideas claras y tiene de nuevo un tono ganador», apuntan las fuentes de la dirección del PP. «Y el entusiasmo es lo más contagioso que hay», agregan.

Este nuevo «contrato con los españoles» es la gran apuesta de Casado para pedir, en los próximos meses, el voto útil de los electores de centrodere­cha. El presidente del PP hizo un llamamient­o a la refundació­n de ese espectro, con una estrategia clara: el PP debe «estar en las plazas» y «en las calles anchas» para «buscar» a los votantes perdidos. «Hay que unir el voto para unir a los españoles de nuevo», dijo.

Casado quiere convertir la papeleta del PP no sólo en la más útil «a la derecha del PSOE», sino en la que más «razones» contiene. «Por eso, no debemos apelar sólo al voto útil sino al voto fuerte, necesario, eficaz, imprescind­ible para liberar a España de la amenaza nacionalis­ta y la rendición socialista», enfatizó.

El presidente del PP, que estuvo arropado por algunos de sus grandes referentes, como su «maestro» Manuel Pizarro o la ex presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, concluyó que «lo que no unan los electores en las urnas alrededor del PP puede quedarse sin unir, porque los demás son incapaces de encontrars­e». «Quieren ser grandes pero hacen política pequeña», afeó a Cs y Vox. Su discurso estuvo trufado de críticas veladas a ambas formacione­s, a las que tildó de meras versionado­ras de sus políticas: «No basta con ponerse el disfraz del PP ni versionar en un karaoke los temas populares», remató.

Casado llama a «unir el voto» frente a Cs y Vox, «que se disfrazan de PP»

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JAVIER BARBANCHO Pablo Casado, ayer, durante su intervenci­ón en la clausura de la Convención Nacional del PP.
 ?? JAVI MARTÍNEZ ?? Pablo Casado saluda a los asistentes a la Convención Nacional del PP, junto a su esposa, Isabel Torres, ayer.
JAVI MARTÍNEZ Pablo Casado saluda a los asistentes a la Convención Nacional del PP, junto a su esposa, Isabel Torres, ayer.
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