Londres culpa a las «leyes europeas» de la entrada de terroristas en Reino Unido
• Londres culpa de la violencia en Reino Unido a los europeos y endurecerá su acceso si Johnson es elegido ‘premier’ • «Los terroristas han entrado en nuestro país aprovechándose de las leyes europeas», mantiene la ministra del Interior
Reino Unido podría endurecer las condiciones en las que los turistas europeos entran al país una vez que se consume el Brexit, en caso de que los conservadores terminen ganando las elecciones generales que se celebrarán el próximo 12 de diciembre. Tras una campaña en la que están siguiendo –casi paso por paso– la estrategia que llevó a cabo el Leave en 2016, los tories abogan ahora por volver a reavivar la desconfianza hacia los ciudadanos de los 27. «Tristemente, cada día entran drogas y armas de fuego desde Europa, alimentando la violencia y la adicción en nuestras calles», denuncia la ministra del Interior, Priti Patel, que también afirma que los terroristas llegan a suelo británico gracias a la libertad de movimiento del área Schengen.
Según adelantó ayer el diario The Times, se espera que los conservadores anuncien una batería de medidas similar al Sistema Electrónico de Autorización de Viajes (ESTA) americano, en el que es el enésimo acercamiento de Boris Johnson a Estados Unidos. Esto supondrá, por ejemplo, que los turistas europeos deberán facilitar sus datos biométricos de forma digital –como sus huellas dactilares– y asegurarse de que se les permite la entrada al país tres días antes de viajar, de lo contrario serán devueltos a su lugar de origen una vez pisen suelo británico. La Unión Europea, en teoría, también tiene pensado implantar un sistema parecido a partir del año 2021.
Los planes de Londres incluirán también que los europeos no puedan entrar en Reino Unido utilizando, como hasta el momento, sus documentos nacionales de identidad, sino que tendrán que hacerlo mediante el pasaporte. De hecho, y según el diario The Sun, serán los agentes de aduanas quienes decidirán caso por caso quién entra y quién no. Además, aquellos ciudadanos de la UE que tengan antecedentes penales podrían tener mucho más difícil su ingreso al país.
Todos estos nuevos requerimientos –que podrían ser más– se unen al coste aún por determinar del nuevo visado, y al hecho de que se aplicarán incluso a quienes visiten Reino Unido durante apenas unos días. La ministra del Interior –que forma parte de la línea dura del Partido Conservador y es defensora de la pena de muerte–, quiere que se cree un sistema capaz de registrar a los europeos que entran al país para asegurarse de que no permanezcan en el territorio más allá de los tres meses permitidos.
Todo ello a pesar de que, como ha demostrado la Oficina Nacional de Estadística (ONS) en un reciente estudio, el saldo neto de inmigrantes provenientes de la Unión Europea ha caído a su nivel más bajo desde el año 2003.
Entre junio de 2018 y junio de 2019, la diferencia entre los europeos que llegaron y los que se fueron fue de 43.000 personas, la cifra más baja desde hace 16 años, cuando aún no habían entrado en la Unión la República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovaquia ni Eslovenia. El punto álgido se alcanzó en 2015 –cuando el saldo neto fue de 219.000 personas–, momento en el que la cifra empezó a caer estrepitosamente con las primeras señales del Brexit.
«Las consecuencias de las leyes europeas que limitan nuestra capacidad de controlar las fronteras las vivo en casa cada día. Tristemente, a diario llegan a nuestro país drogas y armas de fuego desde Europa, alimentando la violencia y la adicción en nuestras calles», denunció Patel, «y lo más importante de todo, sabemos que los terroristas han sido capaces de entrar en nuestro país aprovechándose de la libertad de movimiento. Tras el Brexit, tomaremos medidas para endurecer nuestras fronteras y mejorar la seguridad en Reino Unido».
Además, en este nuevo plan dibujado por los conservadores se va a requerir a los europeos que detallen con exactitud qué productos van a introducir en Reino Unido, para certificar que cumplen con los
estándares de calidad pactados. La ministra asegura que también se pondrá fin al contrabando que, según datos aportados desde Interior, cuesta a las arcas del Estado 5.850 millones de euros al año.
En la primera fase de la campaña para las elecciones generales se abogó por invertir casi 100.000 millones de euros extra en el Sistema Nacional de Salud. Ahora, los conservadores han decidido agitar la bandera del miedo. A raíz del atentado perpetrado la semana pasada en el Puente de Londres –en el que fallecieron dos personas y otras tres resultaron heridas–, Boris Johnson ha lanzado mensajes en los que apuesta por el endurecimiento de las penas, una promesa tachada de «poco realista» desde dentro de su propio partido. Mientras, desde el Gobierno dejan caer que los terroristas llegan a Reino Unido gracias a la libertad de movimiento de la Unión Europea, a pesar de que el autor del ataque, Usman Khan, era un ciudadano inglés, de la ciudad de Stoke-on-trent.
El think tank Social Market Foundation ha recomendado al Gobierno de Johnson iniciar un programa de Retorno Voluntario Asistido (AVR), cuyo objetivo será que los inmigrantes ilegales regresen a sus países de origen mediante incentivos. Tras asegurar que la llegada de personas al país de forma irregular crecería con la salida de la UE, la organización desglosó que, mientras que una deportación forzosa cuesta 17.500 euros a las arcas británicas, una prestación que ronde los 3.000 euros podría ser suficiente.