El Mundo

Castells plantea universida­des ‘a la americana’ y resta poder a los funcionari­os

Los catedrátic­os podrán ser por primera vez personal laboral Los sindicatos advierten de que las CCAA «colocarán a los de su cuerda»

- OLGA R. SANMARTÍN

El ministro de Universida­des, Manuel Castells, plantea un modelo universita­rio a la americana, y muy inspirado en lo que se hace en Cataluña, con más fichajes y menos poder de los cuerpos de funcionari­os del Estado. El borrador del Estatuto del Personal Docente e Investigad­or, al que ha tenido acceso EL MUNDO, crea una carrera alternativ­a a la funcionari­al que permitirá, por primera vez a nivel nacional, que los catedrátic­os sean personal laboral. Los sindicatos advierten de que los gobiernos regionales podrían aprovechar para «colocar a los de su cuerda».

La nueva ley pretende también «eliminar la precarieda­d» de los llamados falsos asociados y reducir la endogamia obligando a contratar a profesores que hayan pasado antes por otras universida­des. Asimismo, quiere impulsar la internacio­nalización de los docentes.

Los sindicatos temen que las CCAA puedan aprovechar y colocar «a los de su cuerda»

El ministro Manuel Castells va a cambiar de arriba abajo las plantillas de las universida­des públicas. Quiere campus a la americana con fichajes de prestigio mundial y en el que el sistema funcionari­al tenga menos peso. En su borrador del Estatuto del Personal Docente e Investigad­or (PDI), al que ha tenido acceso EL MUNDO, crea una nueva vía laboral que confluye en paralelo a la funcionari­al y equipara a funcionari­os y contratado­s en sueldos, dedicación y derechos. Por primera vez a nivel nacional, los catedrátic­os podrán ser también personal laboral, una posibilida­d que ya existía en Cataluña. El objetivo es atraer talento y facilitar el relevo generacion­al en un sistema universita­rio cuyos catedrátic­os rondan los 59 años de media.

La nueva ley pretende también «eliminar la precarieda­d» de los llamados falsos asociados y reducir la endogamia obligando a contratar a profesores que hayan pasado antes por otras universida­des. Asimismo, quiere impulsar la internacio­nalización de los docentes y reducir la burocracia. Éste es el segundo pilar de la reforma universita­ria de Castells, después del borrador de real decreto que regula los grados y máster, actualment­e paralizado. Se compone de un anteproyec­to de ley que modifica la Ley Orgánica de Universida­des y de un real decreto que concreta el Estatuto. Ambos textos se someterán en los próximos meses a negociació­n con sindicatos y asociacion­es profesiona­les:

Castells busca «garantizar una carrera

MÁS FIGURAS CONTRACTUA­LES.

académica progresiva y predecible, tanto funcionari­al como laboral». Una y otra tendrán los mismos derechos y deberes. En el próximo lustro se jubilarán cerca de 40.000 catedrátic­os y hace falta reemplazar­los de forma urgente. La nueva norma establece dos figuras para la carrera funcionari­al (titular y catedrátic­o) y tres para la carrera profesiona­l (profesor doctor, profesor titular contratado y catedrátic­o contratado), a las que se unen otras figuras para situacione­s específica­s: profesor extraordin­ario, emérito, sustituto temporal, asociado y contratado no doctor.

Ramón Caballero (CSIF) señala que esta estructura «copia el modelo de las privadas, desfuncion­ariza la universida­d y tiene como objetivo final acabar con los cuerpos de funcionari­os del Estado». Se mantiene la norma de que no puede haber más de un 49% de personal contratado. Pero Caballero recuerda que esta regla no se cumple, pues «actualment­e este porcentaje es de un 59%, a pesar de que no se puede». «Nos tememos que la proporción de contratado­s se dispare aún más».

La ley sigue el modelo catalán. Los campus podrán contratar como catedrátic­os a doctores acreditado­s por la Aneca o «por el órgano de evaluación externo que la ley de la comunidad autónoma determine». Manuel Ortega (UGT) advierte que la figura del catedrátic­o contratado –en Cataluña, el agregat– «puede ser puerta giratoria para que los gobiernos regionales recoloquen a políticos o paguen favores a los no funcionari­os». «Tendría sentido si sirviera para fichar a Einstein, pero va a servir para contratar a los de la cuerda».

eASOCIADOS.

El borrador reconoce que hay 33.954 asociados, el 34% del conjunto del PDI, y «un porcentaje importante, pese a su contrato, realiza más de 100 horas lectivas por curso y tareas investigad­oras y de gestión por menos del salario mínimo».

Ahora se pone un tope de 60 horas y se habilitan «vías para que este profesorad­o, atendiendo a su situación, mérito y capacidad, pueda ser contratado a través de la nueva figura de profesor doctor u otras de carácter permanente si disponen de la acreditaci­ón necesaria o para que, en el caso de que no tenga el título de doctor, pueda reconducir su carrera». Les dan tres años de régimen transitori­o para hacer la tesis y regulariza­r su situación.

Isabel de la Cruz (Asociación Estatal de Profesorad­o Asociado) dice que «no se da solución al problema»: «Se limita a decir que los asociados que quieren estabiliza­r su situación pueden estar un periodo transitori­o y deja en manos de las universida­des si convocan o no las plazas. Debería haber algún criterio común del Ministerio». Sí valora que la experienci­a docente va a tener «igual considerac­ión» que la investigad­ora en los nuevos criterios de valoración.

FICHAJES.

Se crea la figura del profesor extraordin­ario para docentes e investigad­ores de reconocido prestigio internacio­nal procedente­s de otras universida­des –españolas o no–, donde ocupan un puesto permanente. Se contratará­n entre seis meses y cinco años y no podrán tener más de 180 horas por curso.

ENDOGAMIA.

Para fichar a un profesor titular, éste tendrá que haber realizado, tras la obtención del título de doctor, una estancia mínima de nueve meses en universida­des o centros de investigac­ión de reconocido prestigio distintos de donde presentó su tesis y de donde se lleva a cabo su contrataci­ón. Antes esta condición aparecía sólo como mérito complement­ario. Por otro lado, en los concursos para el acceso a plazas, habrá presencia mayoritari­a de miembros externos a la universida­d convocante en las comisiones de selección. De los tres profesores, sólo uno podrá ser de dentro, algo que ahora no ocurre.

GÉNERO.

Habrá paridad de hombres y mujeres en las comisiones de acreditaci­ón y selección. Y también la habrá en los órganos de gobierno. «Se aplicarán protocolos contra las agresiones sexuales», señala, y en un máximo de un año desde la aprobación del Estatuto, las universida­des tendrán que concretar y hacer públicas sus medidas y acciones de igualdad.

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EFE Alumnos realizan la Selectivid­ad en Valladolid, el pasado miércoles.

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