Iglesias arrastra al Gobierno en su defensa del ‘caso Dina’
Dice que las informaciones buscan romper el Ejecutivo y llamará a periodistas al Congreso
Reacciona a informaciones de EL MUNDO diciendo que pretenden romper el Ejecutivo de coalición
Llama «cloacas» a varios medios y asegura que citará a periodistas a declarar en el Congreso
Casado exige a Sánchez que lo repruebe y pide «conocer toda la verdad» del caso
El líder de Podemos y vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, dio ayer un paso más en sus ataques contra los medios de comunicación y los periodistas. En un mitin electoral en Vigo, respondió de forma furibunda a las informaciones que dejan cada vez más en evidencia a él y a su partido en el caso Dina. Proclamó que «vuelven las cloacas mediáticas» con el objetivo de sacarle del Gobierno, se situó en todo momento como la víctima que los tribunales le niegan ser, habló de «ultra ultra derecha» para referirse a quienes informan sobre el caso y dijo que piensa pedir una comisión de investigación en el Congreso a la que llevará a periodistas a declarar.
La relación que hizo entre las «portadas de periódico» y las medidas desarrolladas por el Ejecutivo, y el anuncio de que impulsará una nueva comisión de investigación parlamentaria para obligar a declarar a periodistas, implican ya de lleno al Gobierno en su conjunto en este escándalo, a pesar del prudente silencio que el PSOE y Pedro Sánchez están intentando mantener.
El discurso no se produjo por casualidad. EL MUNDO reveló ayer –las «portadas de periódicos»– conversaciones de los abogados de Podemos que demuestran que el caso Dina fue manejado políticamente por el partido en un contexto electoral y que ni siquiera en el seno de la formación se creían su propia versión de que la tarjeta del teléfono de Dina Bousselham, ex asesora de Iglesias, había sido robada por la supuesta mafia policial que presuntamente dirigía el comisario José Manuel Villarejo.
«Resulta que ahora parece que a Villarejo nos lo hemos inventado nosotros», dijo Iglesias en referencia a esta información, que se suma a una larga lista de noticias y actuaciones judiciales que están sumiendo al partido y a su líder en serios problemas. El vicepresidente mantiene intacta su versión, a pesar de que ni el juez ni los propios letrados del partido le dan verosimilitud: que Podemos y él mismo fueron objeto de una actuación ilegal por parte de un sector de la Policía que, en connivencia con EL MUNDO y otros medios de comunicación, tenía como objetivo impedir la llegada del partido al poder. Esto finalmente ha sucedido, pero Iglesias dijo ayer que podría haber ocurrido antes, en el verano de 2016, si no hubiera sido por este asunto.
Iglesias basa toda esta teoría de la conspiración en que Villarejo robó la tarjeta del móvil de Bousselham para acceder a contenido privado y sensible para el partido. Un extremo sobre el que, precisamente, los abogados de Podemos advertían en las conversaciones publicadas ayer por este periódico: el hecho de que Villarejo tuviera una copia de la tarjeta del móvil no prueba que él robara el terminal. Es más, Iglesias obvia la principal acusación que hace el juez en su contra: que él tuvo en su poder la tarjeta, después de que le fuera entregada por el Grupo Zeta, y la mantuvo en su poder varios meses y sin comunicárselo a Bousselham. Según ha explicado, para «protegerla». En sus conversaciones, los abogados de Podemos llegan a decir que «si tener una copia de la tarjeta es delito, se podría acusar también a Iglesias».
El líder de Podemos, sin embargo, ha decidido ir hacia delante con este asunto y arrastrar al Gobierno consigo, según lo escuchado ayer. Para él, las informaciones sobre el caso Dina son un ataque «brutal» y «feroz» contra el Ejecutivo de coalición y las medidas que ha adoptado en sus seis meses de existencia –citó el Ingreso Mínimo Vital y la ley de Violencia Sexual, entre otras–. «¿Por qué esa virulencia» de los «cañones mediáticos
Reacciona furibundo a las informaciones de EL MUNDO que desmontan su versión
Proclama que «vuelven las cloacas mediáticas» de la «ultra ultra derecha»
del poder?», se preguntaba. «Que hagan ruido con esto significa que las cosas están cambiando».
Iglesias considera totalmente demostrado que hubo una mafia policial y mediática al servicio del PP porque «quedó acreditado en una comisión parlamentaria» y señala directamente a varios medios de comunicación y periodistas concretos. Ya lo hizo el viernes, continuó el sábado su portavoz e insistió ayer Iglesias: EL MUNDO, El Confidencial y OK Diario, en cuanto a medios, y Esteban Urreiztieta, subdirector de este periódico, y Eduardo Inda, director de OK Diario, en cuanto a periodistas. También ha sido descalificado Vicente Vallés, presentador de informativos de Antena 3.
Según el vicepresidente del Gobierno, la mafia policial y mediática se dedicaba a crear «un cúmulo de mentiras para que hubiera telediarios hablando durante horas, días, meses y años para hacer daño a Podemos, aunque fuera todo mentira y quedara en nada».
Como colofón, Iglesias dijo ayer que va a proponer una comisión parlamentaria de investigación, pero no sobre el caso Dina en concreto, como reclama la oposición, sino sobre «las cloacas». En una forma de intentar tapar el giro que ha dado el caso y sus problemas judiciales, dijo que Podemos «va a ir a esa comisión a que la derecha, la ultraderecha y la ultra ultra derecha, con sus cañones mediáticos, nos hagan las preguntas que quieran». «Pero vamos a aprovechar también», añadió, «para que vengan Soraya Sáenz de Santamaría, Mariano Rajoy, Eduardo Inda, [Esteban] Urreiztieta y todos aquellos que participaron en esta operación de espionaje para que todo el mundo sepa qué es lo que pasó». La duda es si Pedro Sánchez está de acuerdo en todo esto.