El CNI revisa ataques a móviles de altos cargos
El terminal del ministro de Justicia quedó bloqueado tras recibir un correo malicioso
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) está investigando el origen de los ataques a los teléfonos móviles de altos cargos de la Administración del Estado, según confirmaron ayer fuentes militares. Entre las víctimas de estos ataques se encuentra el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, como informó el diario El Confidencial, que explica que su móvil fue atacado en agosto y quedó bloqueado.
Las fuentes consultadas por este periódico explican que los teléfonos móviles utilizados por los ministros y altos cargos son de «alta seguridad» y tienen unos sistemas de control potentes para evitar este tipo de situaciones.
Al parecer, según estas mismas fuentes, fueron varios los altos cargos que recibieron mensajes sospechosos en sus teléfonos que podían esconder ataques. Todo indica que el del titular de Justicia ha sido el único afectado.
Desde el CNI se está revisando la seguridad de las comunicaciones de estos altos cargos y comprobando el alcance del bloqueo del teléfono del ministro de Justicia. Consideran que lo que se ha podido producir es una «falta de cultura de seguridad». Según estas fuentes, los afectados recibieron correos maliciosos. Al aceptarlos se abre la puerta a que el atacante acceda y pueda incluso controlar el dispositivo móvil. Quedan en manos del atacante todos los contactos y mensajes almacenados.
Según explica El Confidencial, un ministro recibió un mensaje que procedía supuestamente de una gran embajada en España y le pedía que pinchara en el contacto. En ese caso, no lo hizo.
El sistema con el que se rompe la seguridad de los móviles se denomina phising y consiste en que el atacante envía mensajes usando diferentes métodos, desde sistemas de comunicación instantánea hasta correos electrónicos, utilizando identidades que le resulten conocidas a la víctima. Estas fuentes creen que el ministro de Justicia ha sido víctima de una de esas campañas de difusión genérica que los piratas informáticos mandan por oleadas. Creen que no es un movimiento de espionaje con un objetivo claro, sino una pesca masiva.
Las alertas y las revisiones están en vía de urgencia en manos del CNI, porque la información de un móvil de un ministro de Justicia del Gobierno de España se considera de extrema seguridad.