Arrimadas exhibe en Moncloa el nuevo perfil de Ciudadanos
Lejos de la línea de Rivera, hoy acude para negociar un Presupuesto que reduzca el influjo de Podemos
La crisis sanitaria ha dado la vuelta como un calcetín a la relación entre Pedro Sánchez e Inés Arrimadas. Eso confiere a la reunión de esta tarde entre ambos un alcance inimaginable la última vez que un presidente de Ciudadanos pisó La Moncloa, que fue por entonces un Albert Rivera que abanderaba su particular versión del no es no. Y es que, la hoy líder del partido naranja ha dado un giro total a aquellos tiempos de hostilidad con el PSOE y acude con la mano tendida para acercar posturas de cara a pactar los Presupuestos Generales del Estado.
Eso sí, Arrimadas se presentará a las 17.00 horas en Moncloa con unas condiciones muy claras para negociar: anular al máximo la influencia de Unidas Podemos en el diseño de las cuentas públicas. En especial, para aplacar las tentaciones de Pablo Iglesias de subir los impuestos y en dar un halo de «sensatez» a la forma en la que se invierte el gasto para garantizar la creación de empleo en esta crisis.
Ciudadanos quiere jugar su baza negociadora y dar lustre a sus 10 diputados una vez que ERC, inmerso ya en la precampaña electoral de Cataluña, se viene alejando del Gobierno desde hace tiempo y ha puesto en juego la geometría variable del Parlamento. Este vacío lo fue llenando Arrimadas con los diferentes acuerdos con el Gobierno para prorrogar los estados de alarma. Y esa circunstancia ha generado hoy unos puentes de entendimiento que empujan al PSOE a intentar amarrar el voto de Ciudadanos.
Hoy Arrimadas ofrecerá a Sánchez actuar de manera «constructiva» y «responsable» en la aprobación de las cuentas públicas pero a la vez le dirá que también va a ser «muy exigente» para que los Presupuestos, en estos momentos de crisis económica y enorme incertidumbre, sean «buenos para España». Y eso pasa, según subrayó ayer de una manera explícita, por que tengan «la menor ideología de Podemos posible».
Sólo así, cree la líder de Ciudadanos, se pueden articular unos Presupuestos que sean «sensatos y moderados», que respondan a las necesidades del momento y que sirvan para gestionar la inyección económica de 140.000 millones procedente de las ayudas europeas.
Aunque Arrimadas ha evitado decir públicamente cuáles son sus líneas rojas, dio pistas ayer en una entrevista en Onda Cero en las que marcó que las cuentas del Gobierno no deben tener «unas expectativas de ingresos que sobrepasen lo que es razonable» y «no pueden gastar, gastar y gastar sin tener en cuenta cómo se crea empleo».
Aquí es donde se puede presentar un choque concreto entre Ciudadanos y Unidas Podemos, que sin entrar ya en materia se está dirimiendo ahora a través de las declaraciones públicas. Con los de Iglesias vetando a Ciudadanos (y luego matizándolo) y con los naranjas desentendiéndose del rol de los morados en el diseño de las cuentas como si el Gobierno fuera monocolor. Por lo demás, acude a Moncloa con exigencias en relación al curso escolar, para que haya una «estrategia única nacional» y no 17 autonómicas, y con una petición determinante para alargar los ERTE.
Lo que no negociará es la renovación del CGPJ, por entender que es un «reparto de jueces» entre partidos, del que rechaza participar.