El PP plantea que Solbes o Caruana dirijan la Agencia para la Recuperación
• Casado le propuso a Sánchez esos perfiles «de consenso» para liderar el reparto de la ayuda europea desde la Agencia que le planteó anteayer al presidente • Apunta que miembros de la Comisión accedan al organismo como ‘observadores’
Pablo Casado propuso a Pedro Sánchez en su reunión en La Moncloa la creación de una Agencia para la Recuperación. Los perfiles que baraja el PP para dirigirla son el ex gobernador del Banco de España Jaime Caruana o Pedro Solbes.
Pablo Casado fue a la reunión del miércoles en La Moncloa con una novedad bajo el brazo: le propuso a Pedro Sánchez crear una Agencia Nacional para la Recuperación. O sea, un vehículo estatal para controlar el reparto de las ayudas europeas contra la pandemia, que ascienden a 140.000 millones de euros. Sánchez le contestó que lo estudiará, que le mande los documentos. Y, aunque la ministra portavoz, María Jesús Montero, calificó la propuesta de «absolutamente accesoria» y fuentes de La Moncloa creen que se trata de una cortina de humo de Génova para opacar los pactos a los que se niega, lo cierto es que el PP ya ha preparado ese documento.
En la propuesta, a la que ha accedido EL MUNDO, se detalla «que la Agencia la presida un profesional independiente sin adscripción partidista y de reconocido prestigio nacional e internacional». ¿En quién está pensando el PP al escribir eso? Según confirman fuentes de Génova, los dos principales nombres que «plantea» la dirección nacional del PP al Gobierno son los de Jaime Caruana y Pedro Solbes.
El primero es el favorito de Casado, pero las fuentes populares aseguran que «la decisión le correspondería a Sánchez», que Solbes sería un «perfil de consenso» igualmente, y que lo importante es «avanzar» sobre la base del documento que han preparado, e ir cediendo ambos, tanto el PP como el Gobierno.
Caruana fue gobernador del Banco de España entre 2000 y 2006, tras haber dirigido el Tesoro Público en los tres primeros años del Gobierno de José María Aznar. Después, entró en el FMI de la mano de Rodrigo Rato, hasta 2009, cuando fue nombrado director gerente del Banco de Pagos Internacionales, puesto que ostentó hasta 2017, cuando cumplió la edad máxima para ejercer el cargo. Ahora es consejero de BBVA.
Es decir, cumple todos los requisitos de la propuesta del PP (en la que se le señala de manera tácita): «Se propone que la Agencia la presida un profesional independiente sin adscripción partidista y de reconocido prestigio nacional e internacional, como un ex gobernador del Banco de España y del Banco Internacional de Pagos, o un ex comisario de la UE».
Solbes también cumple una por una las exigencias del PP, ya que nunca ha estado afiliado al PSOE, y fue comisario europeo de Asuntos Económicos desde 1999 hasta 2004.
Resulta chocante que Casado plantee dar una responsabilidad al ex vicepresidente económico del Gobierno de Zapatero, al que tanto critica por no haber reconocido que España estaba en crisis en 2008. Casado, que formaba parte del entorno de Manuel Pizarro por aquel entonces, siempre recuerda el debate que mantuvieron ambos ex dirigentes como ejemplo de que el PSOE «miente» a los ciudadanos sobre la economía. En aquella ocasión, hace 12 años, Pizarro aseguró que España estaba «en un momento de crisis» y Solbes le contestó: «Nada más alejado de la realidad».
Ocurre que Génova no quiere a un «sanchista» al mando, de ahí que haya pensado en Solbes, que goza de un buen cartel en Europa. Otros ex gobernadores del Banco de España o ex comisarios comunitarios no cumplen los requisitos del PP. Miguel Ángel Fernández Ordóñez es militante del PSOE, al igual que Joaquín Almunia, por ejemplo.
Pero antes de hablar de nombres, Casado y Sánchez tendrían que hablar de cómo se gestionarán los fondos europeos. El Gobierno quiere que se haga a través de la unidad que Moncloa anunció a tal efecto, bajo el paraguas del director de Gabinete de la Presidencia, Iván Redondo. Las fuentes consultadas aseguran que Sánchez escuchará los pormenores del plan del PP «por cortesía», y esto es una manera de dejar ver que la última palabra sobre la «gobernanza» de las ayudas comunitarias la tendrá el presidente.
En su documento, el PP destaca que es mejor que las ayudas se piloten a través de una agencia estatal, por «múltiples ventajas» con respecto al modelo que planteó el Ejecutivo por su «peculiar régimen jurídico». Entre ellas, los populares destacan que en el Consejo Rector de la agencia (máximo órgano de la agencia junto con el presidente) «pueden participar otras Administraciones Públicas», lo cual «permitiría incorporar a las comunidades autónomas e incluso a representantes de las corporaciones locales». Y cree que tendrían cabida hasta miembros de la Comisión Europea, no como hombres de negro, sino «en la forma que éstos prefiriesen, que sería probablemente la figura de observador». Además, la ley que regula las agencias permite la contratación de otro tipo de personal aparte de los funcionarios, «lo cual puede ser útil para atraer gestores competentes del sector privado», opina el PP.
En lo referente a la adscripción de la Agencia, el PP considera que «lo más adecuado es que se realizase al Ministerio de Asuntos Económicos ». O sea, a Nadia Calviño y no a Redondo, puesto que será ella quien «tendrá que dar cuenta ante la UE» tanto de los planes asumidos como del destino final de los fondos.
Además, Casado aportó el miércoles un motivo político para preferir la agencia independiente a la unidad gubernamental. Y lo hizo vertiendo una dura acusación sobre el Ejecutivo: la sospecha de que puede haber «clientelismo» o incluso «peronismo». Montero le contestó que se trataba de un argumento «ofensivo».