Un separatista puro al servicio de la propaganda
Tremosa, altavoz del ‘procés’ en Europa, releva a la moderada Chacón
Es Ramon Tremosa (Sant Boi, 1965) un independentista puro y versátil que saltó a la palestra de la mano de Artur Mas en 2009 por su capacidad para elaborar, difundir e inocular teorías sobre el «expolio fiscal», el puntal sobre el que el ex presidente de la Generalitat cimentó el proceso independentista.
Este muy liberal profesor de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona desarrolló su carrera política en el Parlamento Europeo, tras sustituir a Ignasi Guardans para aportar al relato exterior de la Generalitat una pátina soberanista nítida. El moderado Guardans fue sacrificado por Mas igual que ahora Torra sacrifica a Àngels Chacón. Ambos perdieron el puesto por centrarse en la gestión en lugar de en la propaganda. De ello se encargó y se encargará su sustituto, Tremosa. Dado a la difusión de bulos e informaciones no contrastadas para denigrar la imagen de España y promocionar el secesionismo, figura como su más célebre episodio el que protagonizó con el ex ministro Belga, Elio di Rupo, al que Tremosa robó un selfie, que después publicó en las redes sociales para hacer creer que había recabado un apoyo internacional a la causa independentista. «Un diputado europeo español me interpeló ayer en la ciudad. Él quería hacerse una foto conmigo. Lo está usando ahora para fines políticos españoles. Reafirmo mi total oposición a la actitud de Puigdemont», denunció el aludido.
Esperaba un puesto de privilegio Tremosa desde que en 2019 cedió su plaza en el Parlamento Europeo a Puigdemont. Fue recolocado en la candidatura al Congreso, pero se quedó fuera de la Cámara Baja y el prófugo lo premia ahora con una consejería en las postrimerías de una legislatura agonizante. Una jugada redonda, que permite contentar a Tremosa con una cartera de su agrado –la de Empresa– y purgar al PDeCAT en un solo movimiento.
Pero Chacón no sale ni mucho menos mal parada. Prácticamente elegida por su partido para encabezar la candidatura a las autonómicas –con la aprobación de Mas– a la ya ex consejera de Empresa le faltaba la proyección pública que su expulsión del Govern le ha regalado. Aunque su gestión está marcada por la salida de Nissan de Cataluña, blandirá moderación para tratar de conservar al electorado tradicional de Convergència.