DIARIO DE UNA PANDEMIA, POR ISABEL DÍAZ AYUSO
Desde marzo, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha ido escribiendo su estrategia contra el coronavirus en 200 folios, cuartillas y servilletas a los que ha tenido acceso EL MUNDO: “Estoy a salvar vidas... Pasta: 994 millones”
LAS CUARTILLAS DE LA PANDEMIA DE AYUSO
Llevaba siete meses al frente de la Comunidad de Madrid y le tocó afrontar la gran pandemia. Desde el principio, hasta hoy, Isabel Díaz Ayuso ha ido escribiendo sobre cuartillas y servilletas su estrategia contra el coronavirus que vino de China. Son más de 200 folios manuscritos que reflejan su miedo, su desesperación y su determinación para hacer frente a una crisis de dimensiones desconocidas. “Alguien sano muere en 24 horas”, anota en la cuartilla del 24 de marzo junto a las palabras en mayúscula MEDICALIZAR RESIDENCIAS. Crónica tiene acceso a los papeles del confinamiento de la política en la semana en que Madrid vuelve a convertirse en el mayor foco de contagios. Éste es el relato en primera persona que hace la política ‘popular’, obligada ella misma al principio a estar confinada tras dar positivo en Covid-19. Según sus notas, sentía que tenía la incomprensión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; de las instituciones gubernamentales, y hasta de gran parte de los medios de comunicación. Sí recibió palabras de apoyo del rey Felipe. “Lamento ir tan tarde. Estamos en la ola”, escribía el 15M Díaz Ayuso es una mujer a la que muy pocos conocen realmente. Y menos son los que saben qué pasa por su cabeza a sus 41 años. Ella es de aquellos que lo apuntan todo. Lo hace cual si fuera un ejercicio de introspección, para no olvidar. En lo más cruento de la pandemia, no cesó. Crónica ha tenido acceso a las notas originales de la presidenta de la Comunidad de Madrid durante lo peor de la crisis Covid-19. «Encerrada en un apartamento durante el confinamiento, la presidenta fue anotando cada día tanto las órdenes que debería dar a su gobierno y a los gerentes de los hospitales, así como sus impresiones personales de lo que ocurría», señalan desde su despacho. Son más de 200 notas escritas en cuartillas y folios. Ella apunta hasta en servilletas.
«Hay que recordar que tenía apenas siete meses de experiencia de gobierno y tenía que dirigir la luIsabel cha contra la pandemia más dura que nunca ha sufrido la Comunidad de Madrid, España, Europa y el mundo entero». El día de cierre de edición se contaban 108 mil contagiados, 8.546 muertos en la capital... Es un relato inconexo, que se tiene que interpretar. Pero que pueden leerlo aquí. Son sus apuntes.
Un blanco y negro —o azul, con resaltador de colores— de sus miedos, su responsabilidad, la presión, el aliento cuando dio positivo… Y más. Todo tiene un valor relevante cuando muchos hablan de una vuelta al principio. De la segunda ola.
Es otra semana dura en la que un barón socialista como Emiliano García Page ha soltado su particular afrenta. Ha hablado de «la bomba radioactiva vírica que se plantó en Madrid». Eso, mientras el ministro de Sanidad Salvador Illa asegura que la región «está tomando las medidas adecuadas»…
A veces, cuando escribía sus apuntes, Ayuso tenía delante al presidente del Gobierno, que siempre se
ñala con el dedo a Madrid para atacar a la oposición. «Nos preocupa el estado de la salud pública y la evolución de la pandemia en Madrid», ha declarado esta semana Sánchez. La presidenta madrileña tampoco esconde las críticas a su gestión. Sin embargo, en sus papeles se ve su ofrecimiento para ayudarle. También sus preguntas en medio de las reuniones de presidentes autonómicos. Y su desaliento. «Solo recibió palabras de apoyo del rey Felipe VI y de miles de ciudadanos».
Los manuscritos que publicamos se refieren a lo vivido en primera persona del 12 al 29 de marzo de 2020, los momentos más terribles. Y también está el de esta semana, el último, en el que habla de la Operación Retorno, sus medidas para controlar la pandemia. Y sus reclamos a Sánchez exigiéndole que los datos debe «darlos bien». Que debe equiparar a Madrid con «capitales europeas. Compararlo con otras (ciudades) no tiene sentido»...
Flashback. El primer escrito, el del 12 de marzo, es un viaje a lo que vendrá. Justo tres días antes de que ella se encerrase por dar positivo en la enfermedad. Esboza: «60 edad media infectados; +70 edad media UCI: 13 años más que en China». Explican desde su despacho: «En la transcripción de sus 50 frases, se ve claramente el guion de lo que iría pidiendo y ordenando durante las semanas siguientes». Habla de la gestión de las UCIs, de la necesidad de tener producción propia de material de protección, de que los seguros privados cubran a los pacientes con Coronavirus, del teletrabajo… Y la cruda realidad: «Falta material», garabatea.
«La primera videoconferencia de presidentes, el 15 de marzo , transcurrió entre el escepticismo de quienes solo habían sufrido unos pocos casos —que tacharon de alarmismo las decisiones tomadas por Ayuso—, y los nacionalistas, que entendían que el Estado de Alarma decretado por el gobierno el día anterior suponía un ataque a su autonomía. Ayuso tenía muy claro el apoyo al Gobierno y también sus primeras peticiones a un presidente que ni siquiera la respondió», comentan desde Sol. Y en tinta azul ese día no se contuvo.
«Lamento ir tan tarde», escribió como confesión a sí misma. «Yo estoy a salvar vidas», añade en mayúsculas. «Pasta: 994 millones», completa Ayuso. Esto en referencia al dinero que necesitaba Madrid para ese fin: «salvar vidas». Y es reveladora su posición frente al gobierno en ese momento: «Presidente todo mi apoyo a un derecho que unifica mandos en carreteras y seguridad»…
Al día siguiente, Ayuso daba positivo. Había entonces 9.191 infectados en España, 4.165 en Madrid. Una cifra similar a los contagios que se produjeron solo este jueves 3 de septiembre, 8.959 nuevos enfermos en el país. Ese 16 de marzo, manda una carta a su entorno explicando lo que había pasado. «Como el 80%, lo pasaré. Me encuentro igual». Lo escribe desde su encierro en un aparthotel, el de Kike Sarasola. Después se auscultarían los contratos por cientos de miles de euros entre el empresario y la Comunidad de Madrid. «Acordó trasladarse a un apartamento de un hotel vacío, que, posteriormente fue objeto de polémica porque todo lo que le salió bien había de destruirlo, según consigna política reconocida con el tiempo por el gobierno central, el PSOE y Podemos», defienden desde el entorno de la presidenta.
«Avión, ¿me lo darán?», preguntaba al folio en blanco. Era la reunión de presidentes del 22 de marzo. Ayuso esa semana había montado el hospital de Ifema. «Empiezo como dije hace una semana: la vida, la salud…». Su mayor preocupación es que el material sanitario llegue. El tono con Sánchez había cambiado. «Pide [usted presidente] a la prensa menos alarmismo. Qué aporta… Den información práctica». Un cambio en fondo y forma. «Este documento es básico para conocer la posterior reacción política de La Moncloa contra Díaz Ayuso», apuntan desde su equipo: «Era la única que se atrevía a cantar las cuarenta a un Gobierno desnortado, que no sabía por dónde atacar la pandemia y cuyo único objetivo a través de sus medios de comunicación era transmitir que, en realidad, en España no pasaba nada grave».
«Medicalizar residencias». El manuscrito del 24 de marzo es a las residencias. El horror: morían y morían ancianos. «La tragedia en las residencias de ancianos ocupa muchas líneas como preocupación principal ya que fue la primera medida que tomó: el cierre de los centros de mayores. Muchos meses después, a pesar de lo sucedido, ha habido familiares quejándose a la Comunidad de Madrid de que el confinamiento de los mayores y la prohibición de visitarlos suponía un secuestro. Pero sin esas medidas, el espanto hubiera sido mayor», nos puntualizan. La reflexión de ella en su soledad frente al papel, trazos aplastados, con la tinta corrida: «Alguien sano muere en 24 horas. No estamos acostumbrados: una gripe, un cáncer, llevan otro ritmo...».
Primer día de luto oficial. «Alcanzamos 1.745 camas UCI», rubrica el 29. Había ya 22.000 contagiados en Madrid. Con banderas a media asta. El homenaje a los 29.234 muertos por coronavirus [oficialmente, en realidad, según distintas estimaciones, se superan ya los 45.000 con creces]. 70 días duró el luto. 70 minutos de silencio. En cada mutis sonaba Adagio for
strings. Marcaba el tempus de respeto. «Quizá en lo único en lo que se pusieron de acuerdo Ayuso y Sánchez», concluyen desde el equipo de la presidenta. En el homenaje estatal sonó la misma melodía de Samuel Barber. El sonido rememorando las decenas de miles de almas que partieron. Como estas significativas cartas que son un recuerdo de la peor pandemia vivida por la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso, retratada en sus palabras.
En su cuartilla, del viernes 4 de septiembre, exige a Sánchez que los “datos” sobre Madrid hay que “darlos bien”. Que los compare con otras capitales europeas