Dos cosas perturban al Gobierno de coalición (y no es la oposición): el moño de —algunos ministros disidentes se refieren al vicepresidente como la fallera por los abalorios que tocan sus orejas— y que la vacuna de Oxford y AstraZeneca no esté lista para
...Ayer se anunció que se reanudarían los ensayos tras el parón por la reacción adversa de uno de los conejillos (sin segundas) de indias. Recordemos que su responsable, llegó a probar la vacuna con sus trillizos, que también son investigadores.
La fallera, Iglesias, sigue graznando improperios y para evitar las cosas de
(que censura las leyes que quiere poner su señora desde el ministerio) y se desmarca con una solución única para la crisis que se nos viene: convertir a España en un narcoestado cuando la marihuana sea legal. Otra cosa son las consecuencias de la imposición de un cultivo a los agricultores. Si es que habla y sube el pan (porque el trigo se pondría por las nubes).
En realidad, las normas para optar al Oscar a la mejor película no son tan difíciles de cumplir como cosméticas. [No seamos alarmistas, para que ganara una supuesta no haría falta que se hiciera intersexual].
Evidentemente es más fácil y barato cumplir cuotitas para evitar el furor de las redes que propiciar ciertos cambios a nivel empresarial. La solución en todo caso es sencilla: crear una nueva entidad que conceda un premio (el a la mejor película teniendo en cuenta únicamente criterios artísticos y de mérito.
Los que aplauden las cuotas en los Oscar evidencian que pese a los esfuerzos, el arte, el cine, la literatura (eso que llaman cultura) deben de ser tan irrelevantes que se les permite este tipo de idiotez populista (eso es el afán identitario).
La vacuna de Oxford satisface los criterios de la academia de Hollywood (y del ministerio de porque el marido de Sarah Gilbert se ha quedado pacientemente en casa cuidando a los trillizos mientras su mujer investigaba con gran brillantez. Sin embargo, si las vacunas de Moderna, Cansino, Johnson&Johnson... las compañías que ya tienen sus ensayos en fase 3, obtienen el resultado que todos deseamos (o sea: inmunidad ante el covid sin riesgos ni efectos secundarios) pocos protestarán por el número de mujeres en el equipo de investigación. O porque no haya un negro en el consejo del laboratorio (que a lo mejor lo hay).
Lo único importante será que la vacuna funcione y que perdamos el miedo — que es lo que acabará matando nuestro futuro— a consumir, a salir, a besar a nuestros padres… En resumen: a vivir y ser feliz.
En ese caso, tampoco nos preocuparemos de los animales que se sacrificaron —se dice que uno de los problemas de la investigación en España es la falta de macacos— para lograr esa vacuna efectiva. En las cosas importantes (nuestra salud, la de nuestros padres, la del mundo, la de la economía) nos paramos a pensar poco en la cuota de mujeres, de homosexuales, de miembros de otras razas…
El cine, la cultura, deben de ser otra cosa. De ahí que la vacuna nos la pondríamos aunque la hubiera fabricado
Claro que él era de izquierdas. Occidente se está suicidando. En efecto. Muchas investigaciones científicas también han de someterse a la corrección política para poder aspirar a los dineros públicos.