El Estado pide un 30% más en la valoración de Bankia y se retrasa la fusión
• El Frob reclama un 30% de prima sobre la valoración del banco y tensa la negociación con • Se ha retrasado la celebración de sus respectivos consejos mientras cierran los flecos para la gran fusión
El fondo estatal Frob reclama a CaixaBank un 30% de prima sobre la valoración que tenía Bankia antes de que se conocieran las negociaciones y se ha retrasado la negociación para la gran fusión. El Frob ve justo que Bankia tenga más peso.
La fusión entre Bankia y CaixaBank encara sus días decisivos con buena parte del proceso ya encarrilado. Las negociaciones están bastante avanzadas, pero ambas entidades no terminan de lograr un consenso respecto al precio y la ecuación de canje, y eso está demorando el cierre de la operación. «Estas operaciones siempre son complejas, y mucho más tratándose de la dimensión de esta fusión. Requieren cierto tiempo. Es un proceso largo, pero sigue abierto y no está bloqueado ni parado», confirman a EL MUNDO varias fuentes conocedoras de las negociaciones.
Requiere tiempo y requiere también fijar un precio y una ecuación de canje que deje satisfechas a todas las partes, y es aquí donde se encuentran las mayores complicaciones. Tomando como referencia la capitalización bursátil, el reparto parecía más o menos claro en un primer momento. El valor conjunto de ambas entidades alcanzaba los 14.037 millones de euros el pasado 3 de septiembre (cuando se hicieron públicas las negociaciones), sumando los 10.859 millones de valor de CaixaBank y los 3.178 millones de Bankia.
Con esos números, la Fundación La Caxia –que posee el 40% de CaixaBank a través de Criteria– se aseguraba el 30% del nuevo superbanco, una de las líneas rojas que había marcado su presidente, Isidro Fainé. Ahora bien, el anuncio de las negociaciones disparó las cotizaciones de ambas entidades, pero más la de Bankia (4.210 millones de euros al cierre del mercado el pasado viernes) que la de CaixaBank (12.023 millones), y ese sería el origen de las divergencias.
La otra fuente de presión sobre el precio deriva del factor político. El Estado, que posee casi un 62% de Bankia a través del Frob (Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada), está presente en las negociaciones mediante la figura de la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y no pierde de vista el coste financiero y político que podría tener la operación.
Estas dificultades precisamente son las que están retrasando la convocatoria de los respectivos consejos de administración. Se espera que ambas entidades puedan hacerlo a lo largo de esta semana, pero aún no hay ninguna fecha prevista. Tampoco la había hasta ahora, si bien las fuentes consultadas consideran que el miércoles queda demasiado cerca teniendo en cuenta el punto en el que se encuentra el diálogo.
La convocatoria, en cualquier caso, no les preocupa. Convocar al consejo de administración es fácil y puede hacerse de forma extraordinaria en menos de 24 horas. Además,
antes de que ambos consejos den el visto bueno y pongan formalmente en marcha la fusión, los acuerdos tienen que recibir la aprobación del consejo rector del Frob y de la Fundación La Caixa, con los plazos que eso supondría.
No obstante, pese a las dificultades de estos últimos días, las sensaciones son positivas. Al margen del precio, el resto de cuestiones clave están bien encaminadas y los flecos que quedan pendientes tienen que
ver con aspectos formales y asuntos de due diligence que todas las partes consideran «normales» en este tipo de operaciones.
Valencia será la sede social del superbanco y también hay consenso en la parte que tiene que ver con el Gobierno corporativo. Existe acuerdo respecto a su composición, así como en lo relacionado con el número de consejeros dominicales e independientes que lo integrarán.
Respecto al papel que asumirán
tanto José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, como Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, se espera que ambos sean los hombres fuertes al frente de la nueva entidad. El primero como presidente y el segundo como consejero delegado, aunque este punto aún no ha sido confirmado por ninguna de las partes. Tampoco ha trascendido qué rol ocupará Jordi Gual, actual presidente de la firma catalana.