Sanidad admite que parte del material que compró aún no ha llegado
Guarda una parte en una «reserva estratégica» y admite que no ha llegado todo lo comprado
¿Qué ha pasado con las compras masivas de material sanitario que acometió el Gobierno en la peor época de la pandemia? ¿Por qué no ha llegado todo lo adquirido a España? ¿Qué ocurre con esos contratos urgentes en los que se pagaron comisiones superiores al 3% a los intermediarios? ¿Y por qué sólo se ha repartido a las autonomías una parte ínfima de todo ese volumen?
Son algunas de las preguntas que se hacen en los gobiernos de las comunidades autónomas, después de la carrera internacional por el material sanitario que tuvo lugar en marzo y abril, meses en los que China exprimió su oferta y algunos de los países más necesitados, como España, compraron a ciegas, y mediante intermediarios, millones y millones de equipos de protección individual para proteger a los profesionales sanitarios y a los ciudadanos.
Los datos recopilados por EL MUNDO arrojan una conclusión clara: el Gobierno sólo ha facilitado a las autonomías uno de cada cuatro trajes EPI comprados. El 24%. En el caso de las mascarillas, el porcentaje es aún menor: el 18%. La mayoría del material se ha quedado por el camino o se ha destinado a la «reserva estratégica del Ministerio de Sanidad», que en el departamento que capitanea Salvador Illa recuerdan que es un «complemento» de las adquisiciones de las autonomías.
Desde el 10 de marzo, cuando el Gobierno comenzó a reaccionar a la pandemia, Sanidad ha comprado 821 millones de mascarillas, de las cuales ha entregado 150 millones a las regiones , apenas un 18% del total. Además, ha pagado por otros 150 millones de unidades de «guantes, gafas de protección, batas desechables, solución hidroalcohólica, buzos, dispositivos de ventilación mecánica invasiva y no invasivos, kits de diagnóstico rápido, kits de PCR, kits de extracción, hisopos y torundas y otros materiales como calzas y delantales», según explican desde Sanidad.
En total 971 millones de productos de los que han llegado 226 millones a las autonomías «y otros organismos». Quedan 745 millones por repartir… o incluso por recibir. Es el caso de los guantes de nitrilo, de los que sólo se ha repartido un 50%. Ante la alerta de las autonomías por la escasez, Sanidad tuvo que salir de nuevo al mercado a comprar, a pesar de que tenía pagados millones de unidades. Pero no llegaban.
Apenas se ha entregado a las regiones el 15% de las batas adquiridas, el 30% de las gafas de protección y menos del 60% de los geles hidroalcohólicos comprados por el Ejecutivo. En el departamento de Illa reconocen que «el material sigue llegando». Es decir, cinco o incluso seis meses después, las empresas chinas con las que contrató el Estado siguen suministrando lo que debían haber entregado cuando sí hacía falta.
Es importante señalar esto, porque el propio director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, reconoció que si no se generalizó el uso de mascarillas antes fue simplemente porque no había suficientes.
Otra prueba de que el Ejecutivo no ha recibido todo lo comprado es que ya se ha lanzado, a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), a licitar una compra centralizada por valor de 2.400 millones de euros «para homogeneizar los suministros». Este diario ha
solicitado, sin éxito, la cifra de material comprado que aún no ha llegado a España.
En muchos de los contratos, según fuentes empresariales, se pagó una comisión suculenta a los intermediarios. Uno de ellos, un directivo español que participó en varias operaciones, relata a este diario las comisiones que se pagaban por ellas. En al menos una decena de grandes contratos de material del Estado aparece un concepto que es «tasas, aranceles y otros: 10%».
«El arancel para las mascarillas es de un 6,7% calculado sobre el valor de coste de la mercancía», de manera que la comisión podía llegar superar «el 3%», relata, aunque «normalmente, al hacer este tipo de compras en un mercado cambiante, se ha de dejar un espacio para imprevistos», añade.
Para un contrato elegido al azar, como el de la adquisición de mascarillas y guantes a la compañía Hong Jin Medical Science and Technology Service, por 67 millones, se podría haber producido una comisión para el intermediario de hasta dos millones. Se trata de una cifra orientativa y únicamente a modo de ejemplo, pues el Gobierno no revela el desglose de ese 10%.
A medida que se iban materializando esos contratos millonarios, hasta el 19 de junio, el Ministerio fue suministrando los EPI de manera regular, para abastecer a las regiones. Después de esa fecha, se afinó el operativo. «Desde entonces, se han hecho repartos de acuerdo a las necesidades de refuerzo declaradas por las comunidades autónomas y el cálculo realizado por el Ministerio de Sanidad para el mantenimiento de una reserva estratégica a nivel autonómico de, al menos, cinco semanas de consumo», explican en Sanidad, donde piden que esa reserva regional se amplíe a ocho semanas.
Es decir, no es que el Ministerio no quiera enviar más material a las regiones, es que lo va liberando según un cálculo matemático de necesidades: existencias menos consumo igual a demanda de nuevo material.
En cuanto a la reserva estratégica del Ministerio de Sanidad, las fuentes gubernamentales no revelan cuántas mascarillas, guantes o batas contiene. Sólo informan de que «cuenta con material sanitario como mascarillas quirúrgicas, FPP2 y FPP3, equipos de protección, pruebas diagnósticas y medicamentos».
«Las comunidades autónomas tienen que garantizar una cobertura de los equipos y materiales sanitarios necesarios de ocho semanas. Por su parte, en el caso de los equipos de protección individual y productos sanitarios, la reserva nacional dará cobertura al 25% del consumo medio declarado por las comunidades autónomas durante dos meses. En el caso de las pruebas diagnósticas se cubrirá el 100% de las necesidades durante 15 días», añaden en Sanidad.
El Gobierno realizó desde marzo compras de forma acelerada ante la escasez
El Ministerio no informa cuánto mantiene guardado y cuánto no ha llegado