El PP se inclina por votar ‘no’ a la moción de censura de Vox
Dirigentes recelan de la iniciativa de Abascal y piden a Casado que «acierte con el tono»
La moción de censura de Vox es, en realidad, una operación de acoso y derribo al PP. Un intento por recuperar el terreno perdido en la derecha, no para debilitar al Ejecutivo. Así lo piensan en la dirección popular: Santiago Abascal quiere doblegar las encuestas, ahora que los de Pablo Casado se encuentran cerca del PSOE en intención de voto. Y pescar en el río revuelto de la crispación.
Vox, que prevé que la moción se presente a finales de este mes, con su presidente como candidato, niega el tacticismo y asegura que el objetivo es convocar elecciones. Génova ningunea este movimiento y cree que sólo reforzará a Pedro Sánchez: «Siguen en la polarización y en la confrontación por la confrontación».
Pero recelos, haberlos haylos. Algunos presidentes autonómicos del PP se han telefoneado o escrito estos días para «analizar la situación» y han coincidido en la dificultad para Pablo Casado de afrontar ahora una moción de censura de Vox a Pedro Sánchez. Primero, porque el líder del PP debe acertar en tono, forma y contenido para escenificar su giro hacia posiciones más moderadas, gestoras o, simplemente, «amplias». Y no dejarse llevar por los cantos de sirena de Santiago Abascal, en pos de una oposición de topetazo.
Uno de los cinco barones del PP confirma esas conversaciones y asegura que lo «fundamental» es que Casado «acierte» en el discurso «y sobre todo en el tono» para visibilizarse como alternativa «seria» frente a las «frivolidades» de un Abascal que «favorece a Sánchez». El «nuevo equipo» es «un acierto» por la señal «gestora» que transmite, pero debe traducirse en las políticas y los discursos, añade.
Además, en algunos de los territorios gobernados por el PP hay incomodidad por las malas pasadas del calendario. El debate se producirá –en principio– en un momento de zozobra interna del PP, tras el cese de Cayetana Álvarez de Toledo y las posteriores críticas de esta a Pablo Casado, y sobre todo, tras las nuevas revelaciones del caso Kitchen, que apuntan directamente a la cúpula anterior del PP: el ex ministro del Interior Jorge Fernández, la ex secretaria general María Dolores de Cospedal y el ex presidente Mariano Rajoy. La Fiscalía ya ha pedido al juez la imputación de los dos primeros.
En Vox opinan que ya hay poco margen para robarles votos a los populares y que el electorado que se ha mantenido en el PP no cambiará de papeleta por la corrupción. Y han insistido en que «no hay un interés» por «protagonizar» la moción y que tienden la mano a las demás fuerzas políticas.
Sea como fuere, las críticas de los dirigentes del PP contra esta moción han sido muy nítidas. El secretario general del partido, Teodoro García Egea, le ha dicho a Vox que no cuente con los votos populares en su «moción de censura post vacacional para salvar al soldado Sánchez». «No cuenten con nosotros para maniobras de distracción que refuercen al PSOE».
La diputada gallega y portavoz de Interior en el Congreso, Ana Belén Vázquez, exclamó: «¡Vox al servicio del PSOE siempre!». «Los populares somos un partido serio y responsable, España pasa uno de sus peores momentos sanitaria y económicamente, seguiremos defendiendo propuestas por y para los españoles», añadió.
En todo caso, el portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida,
aseguró el pasado lunes que el partido «no ha tomado una decisión respecto al sentido del voto», pero todos los dirigentes consultados por este diario se inclinan por el no.
Cunde el enfado con Santiago Abascal por darle semejante «regalo» al Gobierno y propiciar un cierre de filas de la mayoría de la investidura, en un momento en el que se comienzan a negociar los Presupuestos Generales del Estado para 2021 y el Ejecutivo necesita más que nunca apoyos, porque se trata de una ley que le daría hasta tres años más de vida al Gobierno, completando la legislatura.
El portavoz nacional de Vox, Jorge Buxadé, ha arremetido contra la actitud del PP, personalizando sus críticas en García Egea: «Cree que se hace oposición diciéndole que sí al Gobierno y que quien hace oposición y plantea una alternativa parece ser que es quien sostiene al Gobierno». «Sostener al Gobierno» lo hace el que apoya las prórrogas del estado de alarma, ha añadido, para confrontarlo a su «alternativa conjunta, social, total y patriótica» al Gobierno de Sánchez e Iglesias.
El partido lamenta que llegue en plena tormenta interna por el ‘caso Kitchen’