Navalny reta el poder de Putin
• La coalición del líder opositor, aún en un hospital de Berlín tras ser envenenado hace casi un mes, logra sus primeros concejales en las elecciones locales y regionales • Observadores denuncian restricciones y «anarquía»
El poder regional y local del partido del presidente Vladimir Putin se mantiene sólido en las 41 regiones de Rusia que culminaron ayer la elección de representantes. Los votantes elegían a los gobernadores, diputados regionales, concejales y a cuatro diputados para el Parlamento nacional en una votación que se consideraba un termómetro de cara a las elecciones legislativas del año que viene. Los primeros datos mostraban anoche que a pesar de las amenazas y las trabas del régimen de Putin, la disidencia lograba irrumpir en algunos ayuntamientos con representantes en Novosibirsk y Tomsk.
Los simpatizantes de la disidencia han sido objeto de ataques, presiones y amenazas a lo largo de la campaña, que dará sus resultados oficiales hoy. El Kremlin había facilitado el registro de partidos que compiten por el electorado con las dos principales fuerzas opositoras, los comunistas y los ultranacionalistas.
La oposición extraparlamentaria, liderada por Alexei Navalny, trató de volver a poner a prueba su táctica de «voto inteligente», que consiste en pedir el voto al candidato mejor situado para hacer perder al del Gobierno. Esta treta dio buen resultado el pasado verano en Moscú, en las elecciones municipales.
Los comicios se desarrollaron casi un mes después de que Navalny fuese envenenado con novichok mientras realizaba una gira por esta parte de Siberia para apoyar a sus candidatos de la oposición e investigar la corrupción de las élites locales.
Precisamente en el ayuntamiento de Tomsk, donde fue envenenado el líder opositor, los primeros datos apuntaban a que ganaría la candidata de Navalny, Ksenia Fadeeva, en uno de los distritos más importantes.
El lugar donde se consideraba que la oposición extraparlamentaria que Navalny ha liderado tenía verdaderas posibilidades de éxito es la ciudad de Novosibirsk, la tercera más grande del país. Allí se puso en marcha una coalición de candidatos anticomunistas y contrarios a Rusia Unida. Al frente está uno de los miembros del equipo de Alexei Navalny, Serguei Boyko, que denunció ataques a su sede y agresiones a sus voluntarios. Los primeros resultados mostraban que la coalición integrada por los partidarios de Navalny entraban por primera vez en el ayuntamiento con cinco concejales. Una porción pequeña de los 50 puestos que estaban en juego, «pero para Navalny es un paso enorme, porque durante mucho tiempo muchos dijeron que solo tenía apoyo en Moscú», dice Stanislav Andreychuk, analista de Golos, el principal observador
En Tomsk, donde el líder disidente fue intoxicado, habría ganado su candidata
En Novosibirsk, a la coalición de Navalny se le adjudican cinco concejales
electoral independiente.
Según la última encuesta realizada por el Centro Levada el partido oficialista tenía sólo el 31% de apoyo a nivel nacional. Pero Rusia Unida ya ha tenido malas encuestas en el pasado y eso no le impidió ganar las elecciones parlamentarias de 2016, aunque con unas cifras de participación ridículas en algunas grandes ciudades.
Las huestes de Navalny sabían que el desgaste de Rusia Unida dejaba algunas grietas para lograr avances desde la disidencia. Sobre todo en las votaciones para gobernador en Irkutsk y Arjangelsk, y en las elecciones municipales y regionales en Komi, Novosibirsk, Tomsk y Magadan. Aunque en el plano nacional el carisma y el control del relato de Vladimir Putin deriva en un debate político muy cómodo para el Kremlin, la sociedad civil rusa sí es más activa en cuanto a sus problemas locales. En Irkutsk existe un fuerte descontento por la mediocre respuesta de las autoridades a las inundaciones y la dimisión del anterior gobernador del Partido Comunista después de recibir presiones de Moscú. En Arjangelsk el problema es un proyecto para llevar a la provincia de Moscú millones de toneladas de basura.
Según otros datos preliminares, los avances de la llamada oposición liberal fueron modestos en general. En Kamchatka, la Región Autónoma Judía, Irkutsk y Perm ganaban anoche los gobernadores interinos que estaban en sus puestos.
Las autoridades habían autorizado que los comicios se celebrasen durante tres días oficialmente para limitar los riesgos del nuevo coronavirus. Golos advirtió de que el periodo más largo de votación dificultaría que los observadores detectasen el fraude en los colegios electorales.
Durante la jornada de ayer Golos denunció la «anarquía legal» en los colegios electorales en un solo día de votación. Observadores y miembros de las comisiones informaron de que no se les permitía entrar al sitio o que se les restringía sus movimientos, que se les prohibía filmar y se les negaba el acceso a documentos y denuncias. Los observadores informaron también al medio ruso Meduza sobre el presunto reemplazo de papeletas electorales del voto por adelantado en los colegios electorales.
Estos comicios locales y regionales se celebran cuando falta un año para las elecciones legislativas de septiembre de 2021. Por eso se consideran un test para la maquinaria electoral del Kremlin. «Las elecciones en Novosibirsk son elecciones para toda Rusia. Cómo vote la gente en Novosibirsk, más o menos, es como vota el resto del país. Esto también es importante para la gente en el poder porque es la primera elección con bajos índices de aprobación para Putin, crisis económica, epidemia, gente descontenta con el régimen y la puesta a cero de los mandatos de Putin, que a mucha gente no le parece bien», aseguró Serguei Boyko, antes de la votación.